España reforzará la persecución de etarras afincados en Venezuela

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que España redoblará los esfuerzos para perseguir a las personas vinculadas a ETA afincadas en Venezuela y ha confiado en que el Ejecutivo de Hugo Chávez colabore en esta tarea.

Zapatero, en la rueda de prensa al término de la cumbre de la UE y Marruecos en Granada, ha afirmado que ve voluntad de cooperar después de que pidiera “explicaciones” al Gobierno venezolano para aclarar los indicios de la Audiencia Nacional de que pudo cooperar para que ETA y las FARC entablaran una alianza.

El jefe del Ejecutivo ha asegurado que se va a intensificar el seguimiento de “un número reducido de miembros” de ETA que lleva muchos años en Venezuela para mantener la “máxima determinación” en la persecución de los etarras “en cualquier sitio o continente en el que estén”.

Zapatero recordó que desde hace años, España ha trabajado para controlar la actividad de quienes han tenido vínculos ETA en el país sudamericano y para que se pudieran solicitar extradiciones “cuando hubiera circunstancias factibles”.

“Es una tarea que venimos haciendo de manera continua y ahora vamos a intensificar”, ha subrayado el jefe del Gobierno.

El primer paso será el viaje en los próximos días a Caracas del director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez.

Zapatero ha pedido la colaboración de las autoridades venezolanas tanto para facilitar esta tarea como la del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, después de que dictara un auto el pasado lunes denunciando los indicios sobre supuestos vínculos con ETA y las FARC.

“Venezuela ha desmentido la investigación que se desprende del auto y España y Venezuela vamos a colaborar con la acción de la Justicia y seguir en la tarea de reducir cualquier espacio de actividad de un miembro de ETA en cualquier lugar del mundo”, ha apuntado.

Zapatero insistió en que es necesario conocer la versión de las autoridades de Caracas sobre la “hipótesis de colaboración” de ETA con “personas al servicio de las fuerzas de un país como Venezuela, puesto que la información necesaria “está en sus manos”.

“Hemos pedido explicaciones. Lo hice directa y públicamente y el Ministerio de Exteriores lo ha hecho directamente con las autoridades de Venezuela”, dijo.

Zapatero solicitó estas explicaciones el pasado lunes, día 1, desde Hannover (Alemania) horas después de conocerse el auto.

Chávez respondió dos días después que no tenía que explicarle nada sobre el auto, puesto que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, lo que le pidió fue información en la conversación telefónica mantenida ese mismo día.

Rajoy exige que comparezca Zapatero tras el humillante papel de su diplomacia

El líder del PP, Mariano Rajoy, pidió ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que comparezca en el Congreso para informar del auto del juez que vincula al Ejecutivo venezolano con ETA y criticó el papel “lamentable y humillante” de la diplomacia española en este asunto.

Rajoy dijo que el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos”, “ha desautorizado” a Zapatero al aclarar que no se pidieron explicaciones a Venezuela por ese auto judicial, sino información.

Además, a su juicio, Moratinos ha ofendido a la prensa española y ha ninguneado a la Justicia, y ha recalcado que frente a la opinión del presidente del Gobierno de que se está hablando de hipótesis, lo que existe en realidad es el auto de un juez y las investigaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

“Zapatero y su ministro tienen la obligación de comparecer en las Cortes, ante la soberanía nacional, para explicar qué opina del auto del juez, si saben algo de su contenido, que expliquen si es verdad o mentira y que digan qué van a hacer en el futuro”, ha añadido.

Además, después de considerar que esa es una obligación, así como convocar al embajador de Venezuela en España para que dé explicaciones, ha reprochado a Zapatero el papel de la diplomacia española en este asunto.
Un papel que Rajoy ha calificado de “triste, lamentable y humillante para la inmensa mayoría de españoles que creen en la democracia, en el poder judicial, en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”.