Ecologistas en Acción considera necesario "ampliar la ambición del programa de renaturalización" para el Espacio Natural de Doñana, de forma que, además de la recuperación el Caño del Guadiamar, se dedique a adquirir para lo público zonas tampón que garanticen que las aguas lleguen y se mantengan en la marisma.
Esto después de que en Doñana los 150 litros por metro cuadrado caídos hace una semana en vez de haber supuesto "la inundación masiva de la marisma del Parque Nacional, sólo ha producido un encharcamiento muy superficial debido a que ni el Guadiamar entra con suficiencia, ni La Rocina aporta lo que debería", ha informado la organización en un comunicado.
El Guadiamar, que ha sido el principal aporte hídrico a las marismas, se encuentra encauzado en Entremuros y la única conexión con la marisma es el restaurado brazo Travieso en la finca Caracoles. La Rocina no introduce aguas a las marismas al sufrir en su cuenca graves problemas de sobreexplotación subterránea por las extracciones para frutos rojos.
"Si no continúan las lluvias para mantener la incipiente inundación, mucho nos tememos que estas aguas sólo van a servir para generar una ficción de agua retenida que inste a la avifauna a iniciar la reproducción, que no podrá culminar ya que, si la marisma se seca, las puestas son predadas rápidamente por jabalís y otros", han apuntado.
Consideran que sin la recuperación del acuífero de Doñana, que permitirá que la Rocina aporte agua, y sin los aportes directos del Guadiamar vía Caño del Guadiamar como río de Doñana capaz de llevar importantes caudales a la marisma, "la marisma no se recuperará aunque la pluviometría sea ya la de un año normal".
Asimismo, han señalado que las lluvias "hubiesen sido un alivio importante a la situación de sequía que atraviesa el Espacio Protegido si hubiesen estado acompañadas de un nivel de extracción de aguas subterráneas más sostenible".
Por ello, consideran que "se precisan ya restricciones en las extracciones, que permitan la recuperación del acuífero, sin la que la situación vaya a peor, con pequeñas mejorías que sólo anuncian la agonía final".
En definitiva, "la recuperación del acuífero, llegando a niveles freáticos altos, es imprescindible para que la inundación en la marisma se mantenga de forma prolongada. Será la única forma de evitar que en los meses venideros de elevadas temperaturas, no se acabe evaporando el agua de la marisma y solo estemos ante un espejismo de marisma inundada".
En este punto, la organización cree que el Marco para Doñana firmado entre Junta y Gobierno, el "último intento de revivir al enfermo crónico", debe destinar su inversión "a la raíz del problema, retirando el riego a las miles de hectáreas de las zonas clave mediante compra pública o permuta por otras zonas de menor impacto fuera de Doñana".
"Es necesario ampliar la ambición del programa de renaturalización, que permitan eliminar los problemas de colmatación que las actuaciones históricas en la montaña del río, y que eviten la desaparición del microrelieve marismeño que tan importante es para la conservación de la biodiversidad", han incidido.