El expresidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000) tendrá que ser operado en los próximos días de la cadera, tras haber sufrido durante la madrugada del miércoles una caída que le produjo una fractura, informó su hija y heredera política Keiko Fujimori.
El exgobernante, que el próximo mes cumplirá 86 años, sufrió el accidente en su habitación, por lo que debió ser trasladado de inmediato a una clínica de Lima, donde fue internado en una unidad de cuidados intensivos.
Tras permanecer durante gran parte del día en el centro médico, Keiko Fujimori declaró a los periodistas que su padre se mantiene estable, aunque al principio estuvo "algo desorientado" y posteriormente ha sufrido "mucho dolor", por lo que "cada cierto tiempo lo están sedando".
La hija del exmandatario añadió que los exámenes determinaron que ha sufrido una fractura en la cadera, específicamente "del fémur proximal izquierdo que compromete el cuello de dicho hueso".
Señaló que, por ese motivo, tendrá que ser operado, pero se deberá esperar unos días para que pase el efecto de los anticoagulantes que toma por un problema de corazón que también padece.
Además de indicar que en la operación le tendrán que colocar una prótesis, Keiko Fujimori recordó que debido a un tumor que le fue detectado en la lengua, el expresidente está recibiendo actualmente inmunoterapia y radioterapia, lo que también lo ha debilitado.
Fujimori abandonó en diciembre pasado la prisión de Lima en la que cumplía 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad luego de que el Tribunal Constitucional (TC) restableció el indulto que le otorgó en diciembre de 2017 el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) por su estado de salud.
El exgobernante está actualmente en tratamiento por un cáncer en la lengua, que ha sido recurrente en su historia clínica, pero eso no le ha impedido inscribirse en el partido fundado por su hija, Fuerza Popular, con la expectativa de una posible candidatura en las elecciones generales de 2026.
El accidente que sufrió este miércoles se produjo dos días después de que la Corte Suprema de Chile amplió nuevamente los delitos por los que fue extraditado a Perú en 2007, por cinco casos ligados a graves violaciones a los derechos humanos, entre ellos esterilizaciones forzadas, cometidos durante su gobierno.