Hace justo un año, Cádiz fue sacudida por una tragedia sin precedentes en su historia reciente. En torno a las 15.30 horas de aquel fatídico lunes 9 de octubre de 2023, un autobús, que procedía de Jerez con una treintena de estudiantes de la Facultad de Enfermería y Fisioterapia perdió el control en el Puente de la Constitución, invadió el otro carril y acabó atropellando mortalmente a una joven natural de Castilleja de la Cuesta (Sevilla), de 19 años, residente en la capital, a un joven de Chiclana de 17, y a una gaditana de 60 años. También resultó herido grave un hombre, de 86 años y nacionalidad portuguesa, que fue trasladado al Hospital de Puerto Real, pero falleció en los días posteriores.
Autocares Medina se apresuró a remarcar que el vehículo siniestrado había pasado la ITV hacía solo dos meses y que el conductor, de unos 50 años de edad, acumulaba una experiencia al volante de más de una década. No obstante, tanto éste como el dueño de la empresa aparecen como investigados en el expediente que tramita la Fiscalía, según fuentes de toda solvencia, y que permanece aún bajo secreto de sumario.
La subdelegada del Gobierno en Cádiz, Blanca Flores, considera en un audio remitido a los medios de comunicación en víspera de la trágica efeméride, en el que expresa su pesar por el suceso, que se trató “de un fallo mecánico”. Por este motivo, y atendiendo a los índices de siniestralidad desde la inauguración del puente en 2015 y que tanto la Dirección General de Carretera como Tráfico consideran adecuadas los límites de velocidad establecidos en dicha infraestructura, no se han tomado, y todo indica que no se tomarán, las medidas que han reclamado las familias de las víctimas mortales, como la instalación de badenes o resaltos y una reducción de los kilómetros por hora permitidos en el último tramo.
“Estamos absolutamente desconcertados con la respuesta” del Gobierno, reconoce uno de los afectados tras mantener al menos dos encuentros con la subdelegada, y después de que este mismo martes Blanca Flores animara a la Administración local a instalar cartelería informativos a la entrada de la ciudad para advertir del riesgo, al tiempo que el alcalde, Bruno García, recordara que la responsabilidad del puente no corresponde al Ayuntamiento; no en vano, tampoco ha recepcionado la glorieta.
El primer edil reiteró ayer, asimismo, su pesar por los fallecidos y allegados, “en la que ha sido la tragedia más importante de la ciudad en el último año”, tras referirse a ellos en la renovación del voto con la Virgen del Rosario el lunes, y avanzó que, aunque se ofreció llevar a cabo un acto de homenaje, “las familias han pedido discreción y no hemos querido moverlo mucho para respetar su dolor”.
