“Las dos partes conocíamos nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Nosotros sabíamos que con la reforma del Gobierno el Ayuntamiento, como empresa, tenía todo el poder. Pero el equipo de Gobierno sabía que los trabajadores éramos una piña y esa era nuestra fuerza. Y así se ha alcanzado el acuerdo”. Francisco Calvente, presidente del Comité de Empresa en Soliarsa, el representante de los cinco representantes de los trabajadores, explicaba así para RONDA SEMANAL el gráfico juego de fuerzas en este combate en el que las partes, después de 18 meses de conflicto, han enterrado el hacha de guerra. El resultado es un nuevo convenio que hace sólo unos meses hubiera parecido imposible. La mañana de este miércoles, con la única presencia de los cinco delegados sindicales, la Consejera Delegada de la empresa, Isabel Barriga, y el concejal del PP Antonio Arenas, nombrado por su partido para encarrilar la negociación, se firmó el acuerdo en la sala de Juntas de la primera planta del Ayuntamiento. Como observador, el jefe de Personal del Ayuntamiento, Francisco Ponce: “Ha hecho un extraordinario trabajo de asesoramiento”, refirió Calvente, quien no quiso dejar de referir cómo una repentina aparición del concejal de Personal, Fernando Corrales, estuvo a punto de dinamitar la firma: “Había tanto trabajo detrás, tantas horas de negociación y tantas ganas de firmar, que se pasó por alto”.
En líneas generales, se puede decir que los trabajadores han ganado en derechos y mantenido algunos de aquellos que consiguieron a lo largo de los años, si bien han tenido que ceder en cuestiones de tipo económico como el pago por horas en domingos y festivos. Los duros recortes del Gobierno, a través de sus famosos decretos-ley, y la nueva reforma laboral, han impuesto algunas condiciones. De este modo, el convenio prevé que los trabajadores mantengan sus pluses, una línea roja en la negociación: “En eso hemos sido inflexibles, puesto que no hay ninguna norma que pudiera tocarlos; no podíamos permitir que se modificaran”. Y es por ello que se mantienen pluses como los de antigüedad y algunas productividades. Y se han conseguido hasta cuatro días de asuntos propios. Los trabajadores además forman parte de un nuevo comité creado para la Seguridad y Salud en el trabajo y podrán incluso participar en la organización de las tareas a realizar.
Por contra, el convenio no recoge el pago por domingos y días festivos, salvo en Navidades y determinados eventos especiales como las cabalgatas; se ha acordado, en todo caso, que se negociará ante cada evento especial si el Ayuntamiento dispone de los recursos suficientes para hacer frente a pagos extraordinarios; el trabajo en estas fechas, de lo contrario, se compensará con días de descanso. Se mantiene el recorte en pagas extras que, según los empleados, han hecho perder a cada trabajador una capacidad adquisitiva media de unos 2.000 euros.
Los trabajadores conocerán en unos días los detalles de este convenio en una asamblea. Francisco Calvente resumió que “si bien económicamente no es el convenio que querríamos, se han mantenido muchos derechos”.
La alcaldesa refirió en una rueda de prensa el difícil camino de negociación, pero agradeció “la voluntad de entendimiento” de las partes. Isabel Barriga calificó estos meses como “arduos”.
Con todo, el melón de Soliarsa no ha acabado de abrirse. La propia Barriga admitía en declaraciones a ONDALUZ TV esta semana que “la calidad del servicio de limpieza ha bajado” debido a los recortes y a la amortización de puestos de trabajo, lo que llevó a Calvente a hablar de una plantilla “claramente exigua”. La renovación de los estatutos de la sociedad, con más de 30 años, puede tener la clave que fije el futuro de esta empresa. Barriga ha advertido que los reformará.