Hace casi un cuarto de siglo que Marisol Escribano, una enfermera del servicio de Oncología Infantil del Hospital Médico Quirúrgico de Jaén, involucró a sus compañeros en la tarea de cumplir los sueños de los niños y niñas hospitalizados.
Con el tiempo, ese reto se ha convertido en Pídeme la Luna, una asociación de Jaén que usa la ilusión y la esperanza como terapia de apoyo para los menores y sus familias, más allá incluso del recinto hospitalario.