Las investigaciones sobre esta red se iniciaron el pasado septiembre, a raíz de la detención de los dos presuntos autores de los incendios forestales que calcinaron la Sierra del Molino, entre los términos municipales de Calasparra y Cieza, tras lo que se pudo comprobar que el siniestro había sido provocado con el objetivo de distraer la atención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para perpetrar con mayor impunidad el robo de material de cobre.
Las primeras detenciones se produjeron el pasado septiembre y fueron, precisamente, las de los presuntos autores del incendio forestal de la Sierra del Molino, FR.F.M., de 30 años y vecino de Bullas, y FJ.M.M., de 26 años y vecino de Calasparra, que fueron sorprendidos, días antes de su detención, haciendo entrega de una importante cantidad de cobre en una chatarrería de Murcia.
Las investigaciones continuaron en octubre con el registro de la chatarrería, donde se intervino documentación y material informático, así como unos 10.000 kilos de material de cobre robado, tras lo que fueron detenidos los dos administradores de esa sociedad, JJ.O.M., de 58 años, y J.O.M, de 47 años, y dos de sus empleados, D.N.S., de 35 años, y MB.O.C., de 36 años, todos vecinos de Murcia.
Tras analizar la documentación encontrada en la chatarrería, los agentes concluyeron que se trataba "del mayor centro de compra-venta ilegal de material de cobre de toda la Comunidad Autónoma de Murcia", ya que hasta allí acudían con asiduidad numerosas personas de diferentes localidades de la Región y de provincias limítrofes para vender de mercancías de procedencia supuestamente ilícita, en particular material de cobre.
Por su parte, la chatarrería implicada había vendido en 2010 alrededor de 160.000 kilos de cobre a otros establecimientos relacionados con la compra-venta de este tipo de materiales, y, entre los proveedores de ese
material, había más de un centenar de personas con antecedentes penales por delitos contra el patrimonio.
Las indagaciones posteriores dieron como resultado la detención o imputación del resto de personas implicadas en los hechos, que durante 2010, habían entregado en la chatarrería importantes cantidades de material de cobre de origen supuestamente ilícito.