El presidente de Italia, Giorgio Napolitano, ha anunciado este sábado que no presentará su dimisión ante los últimos rumores de que podría abandonar el cargo con efecto inmediato para dar paso a unas nuevas elecciones legislativas y poner fin al actual bloqueo político en el país.
"Me quedaré hasta el último día de mi mandato", declaró Napolitano en una comparecencia extraordinaria en el Palacio del Quirinal después de que los medios italianos informaran de que termina su mandato el próximo 15 de mayo pero podría adelantar su abandono para dar un rodeo a los artículos constitucionales que impiden a un presidente que disuelva el Parlamento en los últimos días de su función.
En su lugar, Napolitano ha pedido a todos los partidos un "último esfuerzo" para concretar un Gobierno funcional tras la ronda de consultas que el presidente mantuvo ayer con los representantes de los tres partidos políticos más votados en los últimos comicios: el Partido Democrático de Pier Luigi Bersani, el Partido de la Libertad del ex primer ministro, Silvio Berlusconi, y el Movimiento Cinco Estrellas del cómico Beppe Grillo.
"Creo que puedo contribuir hasta el último día de mi mandato para encontrar una solución al estancamiento", declaró Napolitano. "Todavía hay diferentes posturas sobre el gobierno, pero yo seguiré ejerciendo mi mandato hasta el último día como me ordena el sentido de interés nacional", confirmó.
"No quiero esconder al país que todavía estoy encontrando dificultades", reconoció no obstante, pero refirmó su "fe en la posibilidad de superar, de manera responsable, la situación"
Napolitano recordó que el actual Gobierno italiano que lidera el primer ministro saliente, Mario Monti, "todavía está operativo y en el poder", y concluyó su intervención con un mensaje a los mercados: "El gobierno está a punto de tomar medidas urgentes para la economía, de acuerdo con la UE y con la contribución esencial del nuevo Parlamento a través del trabajo de la comisión especial presidida por (Giancarlo) Giorgetti".