El excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense Edward Snowden ha negado este martes haber recibido ayuda de Rusia para llevar a cabo el robo, así como las posteriores filtraciones, de documentos secretos y ha considerado "absurdas" las acusaciones que le sitúan como un espía ruso.
De esta forma, Snowden ha respondido a las insinuaciones del presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Rogers, quien acusó veladamente a Rusia de ayudar al extrabajador de la NSA a filtrar los "escandalosos documentos" sobre el espionaje llevado a cabo por Estados Unidos a sus ciudadanos y gobiernos extranjeros.
Rogers declaró su sospecha sobre la buena disposición de Rusia a conceder asilo político a Snowden, reclamado por la Justicia estadounidense. "Pongámoslo así: creo que hay una razón por la que Snowden acabó en los amorosos brazos de un agente de las fuerzas de seguridad rusas en Moscú. No creo que sea una coincidencia", declaró al programa de la NBC Meet The Press.
En declaraciones a la revista estadounidense 'The New Yorker', Snowden ha insistido en que actuó solo, "sin ayuda de nadie y mucho menos de un gobierno", y ha advertido a Rogers de que "no va a conseguir engañar a nadie", ya que "el pueblo estadounidense es más inteligente de lo que los políticos piensan".
"LOS ESPÍAS SON TRATADOS MEJOR"
En este sentido, el exanalista de Inteligencia ha explicado que de haber trabajado para Moscú no habría pasado cuarenta días en la zona de tránsito del aeropuerto internacional de Sheremetyevo. "Los espías son tratados mejor", ha apostillado. Asimismo, ha asegurado que su intención nunca fue conseguir el asilo en Rusia.
"Yo tenía un billete para continuar el viaje a través de La Habana, pero el Departamento de Estado decidió que me querían en Moscú, y canceló mi pasaporte", ha afirmado Snowden, que recuerda el incidente en el que se obligó a pasar al avión del presidente de Bolivia ante la sospecha de que estuviese el excontratista estadounidense. "Si pudiese viajar sin la interferencia de Estados Unidos, me gustaría hacerlo", ha aseverado.
Por último, ha dicho que su intención es la de "ayudar a Estados Unidos" y ha asegurado que sus revelaciones no han supuesto "ningún daño a la seguridad nacional". "El propio presidente (Barack) Obama ha reconocido que los cambios en la NSA son necesarios", ha indicado Snowden, que ha concluido que sabía donde se estaba metiendo y, por lo tanto, si acaba muerto en una zanja, pero ayudando al país, "habrá merecido la pena".