Una nueva oleada de bombardeos del Ejército iraquí sobre la ciudad de Faluya, tomada por los milicianos islamistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) y las tribus afines, se ha saldado este viernes con más de cinco muertos y 29 heridos, entre ellos varios niños, según la agencia estatal de noticias iraquí, NINA.
El balance de víctimas mortales podría ascender en las próximas horas debido a que, a última hora de la tarde, helicópteros militares han vuelto a bombardear el barrio de Al Malaab, en el este de Faluya, así como las áreas de Al Secher y la autovía internacional que conecta el norte y el este de la ciudad.
En esta última ofensiva, las avanzadillas del Ejército iraquí, apostados en las afueras de la ciudad, han bombardeado también contra las zonas periféricas para "evitar la salida de los milicianos", según fuentes citadas por NINA. También se desconoce el número de víctimas que podría haber causado estos ataques.
Las maniobras militares y bombardeos lanzados por el Ejército iraquí han provocado que el corte del suministro eléctrico se haya extendido en las últimas horas a más barrios y zonas del noreste de Faluya, escenarios de combates contra los milicianos del ISIS y las tribus que se han alineado con los islamistas.
Desde comienzos de año, el Ejército ha ejecutado una campaña de bombardeos contra Faluya para tratar de aplacar la toma de la ciudad por parte del ISIS sin lograr, por el momento, grandes avances, aunque causando que cientos de miles de personas hayan tenido que huir de la ciudad.
Los testimonios de los residentes evidencian la aleatoriedad de los bombardeos, que han acabado con la vida de varias decenas de personas. Las organizaciones humanitarias consiguen suministrar a duras penas alimentos y material de higiene para las personas que continúan en Faluya, atrapadas por el fuego cruzado.
