Si bien el hundimiento de Ciudadanos disparó el número de diputados autonómicos del PP, el leve crecimiento de Vox le dio la mayoría absoluta a Juanma Moreno. Los resultados de la formación de Santiago Abascal el pasado domingo son relativamente buenos en comparación con los registrados en diciembre de 2018, con casi 100.000 votos, un 2,5% y dos escaños más. Pero, atendiendo exclusivamente a los sufragios y utilizando como referencia las generales de hace dos años y medio, el partido se deja casi 400.000 papeletas.
En cualquier caso, Vox no ha cumplido las expectativas. Los sondeos pusieron el listón muy alto: Electomanía llegó a pronosticar 27 diputados; la mayoría de las encuestas estimaban una veintena de representantes en la Cámara andaluza y un 16% de apoyos frente a los catorce y un 13,46% obtenidos finalmente.
Hay unanimidad en apuntar a la candidatura de Macarena Olona como principal causa del pinchazo de las aspiraciones. Uno de los principales activos de los de Abascal en el Congreso de los Diputados, se estrenó mostrando cierta vulnerabilidad a cuenta de su empadronamiento en Salobreña. La denuncia de Andaluces Levantaos obligó a mantener un discurso y una estrategia a la defensiva que trató de contrarrestar con una firmeza en sus intervenciones públicas y, especialmente en el segundo debate, cuando le preguntó a Juanma Moreno si estaba dispuesto a ser su vicepresidente, que el electorado percibió fuera de tono.
La campaña, en general, ha sido errática. Teledirigida por Madrid, con la decisión de que las agrupaciones locales minimizaran su actividad para no interferir, y controlada por responsables de la dirección provincial en cada provincia, no ha servido para poner en valor el trabajo desarrollado en el Parlamento durante la legislatura ni tampoco para marcar la agenda política. Sin concreción en materia de empleo o fiscal, las apelaciones a la seguridad y la inmigración ilegal no le han valido ni siquiera en el que parecía su feudo, El Ejido, o en Algeciras. Frente a la moderación del PP, Vox ha optado por extremar su posición, lo que le ha valido la pérdida del denominado electorado débil (hasta dos puntos menos en votos en la última semana), seducido por el talante de Juanma Moreno.
Es pronto aún para determinar si el 19J pasará factura en el ámbito local, donde Vox, partido cesarista, tiene serias dificultades para tejer estructura orgánica y lograr visibilidad. En España, Abascal goza de másr predicamento. Pero la marca no sale indemne del envite electoral andaluz y, además, ha constatado que se le resisten las clases populares, objetivo para ampliar su peso específico en el panorama político ante la crisis económica.
