El ministro Luis Planas sabía que esto iba a pasar. Se lo dijo el 27 de noviembre Bartolo Ramírez, gerente de la Sociedad Cooperativa Andaluza Nuestra Señora de Las Virtudes, al término de unas jornadas organizadas por Caja Rural del Sur en Sevilla. El titular de Agricultura se ocupó en su intervención de la necesidad de que “el sector agroalimentario innovara para competir con fortaleza en los mercados internacionales”. Bartolo Ramírez aprovechó los minutos que tuvo con Luis Planas para advertirle de que el campo estaba a punto de estallar.
Las primeras movilizaciones se registraron días después en Almería, Málaga y Granada por, entre otras cosas, la crisis del precio en origen. La provincia no se sumó por la precipitación en la organización, pero el martes, Villamartín acogerá manifestación y tractorada, a las 11.00 horas, convocadas por Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agroalimentarias de Cádiz. Al término, según el secretario general de Asaja, Luis Ramírez, abordarán un posible calendario de nuevas protestas. Jerez, a finales de marzo, podría acoger una nueva acción reivindicativa.
Pero las organizaciones agrarias, que este viernes tuvieron que aguantar el portazo del vicepresidente Pablo Iglesias en una reunión que mantuvo en Madrid con empresarios o que cuenta como interlocutor con el minoritario Sindicato de Trabajadores del Campo (SAT), no tienen nada decidido. Tampoco una posible (y comentada en mentideros) concentración en el Puesto de Inspección Fronterizo de Algeciras, pero sí admiten que la entrada de productos de terceros países, en los que se permiten productos fitosanitarios que no pueden usarse en España o la UE, genera problemas de competencia.
El portavoz de Asaja asegura, por su parte, que las reclamaciones actuales son las mismas que hace 30 años, con la salvedad de que antes “te daban un kilo de pan por cada kilo de trigo y hoy te dan un kilo de pan por cada diez kilos de trigo”, y reclama una actuación integral. En este sentido, coincide con Bartolo Ramírez en que es preciso modificar la Ley de la Cadena Alimentaria, pero tachan de frivolidad señalar como únicos responsables de la situación, como hizo Pedro Sánchez; y encarar la negociación de la PAC con una postura firme para no perder ni un solo céntimo.
Pero piden a las administraciones medidas concretas y urgentes, como el decreto de sequía y la rebaja en los módulos fiscales, o el establecimiento de medidas compensatorias para afrontar el incremento del coste laboral por la subida del SMI. Y concienciación del consumidor sobre la importancia del producto nacional. España importa dos toneladas de aceite de palma, que además no es saludable, misma cantidad de producción de aceite de girasol y oliva.