El puerto deportivo de Marina del Este, Punta de la Mona, en Almuñécar, mantiene un año más la bandera azul que concede la Fundación Europea para la Educación Ambiental (FEE) y la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac) en reconocimiento a su calidad medioambiental y a labor formativa que en ellos se realiza.
Según ha informado la Junta de Andalucía en un comunicado, son ya más de 30 años del nacimiento de este galardón, una iniciativa precursora de los sistemas de certificación ambiental que en un principio se circunscribió a la Comunidad Europea para más tarde extenderse por todo el mundo, gracias al apoyo de diversos organismos de Naciones Unidas.
La delegada territorial de Fomento y Vivienda en Granada, Mariela Fernández-Bermejo, ha subrayado "el compromiso de la Junta por la sostenibilidad de los puertos, la minimización del impacto ambiental y la gestión eficaz de los residuos en estos enclaves del litoral, donde la calidad ambiental es un factor prioritario para el desarrollo de los puertos y el crecimiento de su actividad náutica y turística", ha añadido.
El jurado internacional que concede las banderas azules, presidido por la FEE, está compuesto por representantes del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), la Organización Mundial del Turismo (OMT), la Asociación Internacional de Salvamento y Socorrismo (ILSE); la Agencia Europea para el Medio Ambiente (EEA), la Unión Europea para la Conservación de la Costa (EUCC), la Unión para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), la Islamic Educational, Scientific and Cultural Organization (Isesco), un experto en educación ambiental y el Consejo Internacional de Asociaciones de la Industria Portuaria (Icomia).
Las banderas azules se conceden tras un análisis exhaustivo por parte de los técnicos de Adeac de las condiciones de seguridad, calidad ambiental, gestión sostenible, servicios al usuario, integración social y labor divulgativa de cada puerto.
En lo referido a la sostenibilidad ambiental, se tienen en cuenta a la hora de conceder este distintivo cuestiones como la calidad del agua, la gestión de los residuos, priorizando el reciclaje, la promoción del transporte sostenible, la restricción al tráfico y aparcamiento vehículos a motor en el puerto, salvo en las zonas autorizadas, la eficiencia energética y en el uso del agua, la utilización de productos ecológicos en la medida de lo posible y la integración paisajística, entre otras.
Por lo que respecta a la vertiente social, se valora la adaptación de las instalaciones a personas con discapacidad, la organización de actividades de educación ambiental dirigidas a su personal y usuarios (limpieza de fondos marinos, visitas de escolares, conservación de la flora y fauna acuática, entre otros) y la información ambiental a disposición de los usuarios de estos puertos deportivos sobre las zonas marítimas y espacios naturales sensibles cercanos.