Un estudio de geógrafos de la Universidad de Granada ha analizado y propuesto una mayor protección de los ecosistemas del litoral granadino, concretamente la creación de una microrreserva de flora en el Peñón de Salobreña.
Esta figura de protección es un modelo pionero de conservación en enclaves de elevada riqueza vegetal, no incluidos en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía (RENPA).
Según los autores del estudio, encabezado por el profesor de Geografía Física José Gómez Zotano, el Peñón de Salobreña tiene potencial para ser regenerado y mejorar su ecosistema.
En la actualidad se encuentra muy deteriorado, incluso con plataformas de cemento, y tanto el Ayuntamiento de Salobreña como la Junta de Andalucía tienen la oportunidad de optimizar su gestión y protección.
Los investigadores sostiene que la franja litoral de Granada ha experimentado un continuo proceso de ocupación durante las últimas décadas como consecuencia del turismo y la agricultura, por lo que se ha producido la degradación de ecosistemas costeros frágiles y dinámicos.
La creación de la microrreserva de flora en el Peñón de Salobreña, con una superficie de 8.022 metros cuadrados, permitiría mejorar la protección de un área marginal pero de alto valor ecológico, algo extrapolable a otros ámbitos similares ubicados también en espacios humanizados y degradados, como es el caso del litoral mediterráneo de Andalucía.
Además, de ejecutarse esta propuesta, se trataría de una acción pionera en Andalucía, al no haberse aplicado esta figura de protección en ningún lugar de la región.
La microrreserva, añaden los investigadores, es la figura más adecuada para proteger espacios pequeños, que estén muy desprotegidos y tengan un alto valor ecológico.
Dicha figura se utiliza con éxito en zonas costeras de la Comunidad Valenciana y otras regiones españolas y europeas.
El trabajo de campo ha sido el principal procedimiento metodológico para llevar a cabo la investigación, dada la falta de estudios sobre conservación de hábitats en esta zona de la costa andaluza.
La creación de la microrreserva traería consigo una serie de medidas de gestión, entre las que se contemplan la delimitación y señalización de accesos y senderos, el montaje de paneles informativos que destaquen los valores florísticos del peñón, la adecuada limpieza del área y desmantelamiento de las superficies de hormigón, la eliminación de especies invasoras, la reintroducción de especies desaparecidas.