Cambiar la denominación de un centro educativo con más de un siglo de historia. Esa es la propuesta que defiende el portavoz local de la formación “Andalucía entre tod@s”, Cristóbal Ruiz, que considera que el Colegio José María Pemán, uno de los más tradición y solera de Puente Genil, no debe seguir llamándose así, puesto que luce el nombre de un “inquisidor máximo durante la posguerra”.
Ruiz, un viejo conocido de la política local ligado durante muchos años al PSOE, posteriormente a UPyD y que en las pasadas elecciones municipales obtuvo más de 400 votos encabezando la lista de “Entre todos Sí se puede”, considera “inconcebible” que un colegio lleve el nombre de un “sanguinario” e “impulsor de purgas” que represaliaron a unos 60.000 docentes, y ha registrado en el Ayuntamiento un escrito dirigido a los partidos políticos con representación municipal para que se tome en cuenta su iniciativa.
En el fondo, lo que persigue Cristóbal Ruiz no es otra cosa que exigir el cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica, “ya que a pesar de haber contado en su momento con mayorías absolutas de Izquierda Unida y ahora del PSOE, seguimos viendo como símbolos franquistas continúan estando muy presentes en el municipio, como el grupo de viviendas que llevan el nombre de José Luis Arrese, o el caso del colegio Pemán”.
Para Ruiz, la alternativa al cambio pasa por proponer que el centro se rotule con el nombre de Josefa López Avisbal, una docente que desempeñó su labor educativa en el colegio durante más de tres décadas, que sufrió en primera persona los efectos dramáticos de una guerra fratricida que le privó de su marido, hermano y tío -todos ellos víctimas de los dos bandos- y que, a su juicio, representa la unión para cerrar parte de esas heridas.
El portavoz local de “Andalucía entre Tod@s” se apresuró a calificar de “indecoroso” que en Puente Genil “tengamos uno de los pocos colegios de España que lleva el nombre de Pemán”, al que no dudó en calificar como “fascista”, y ha recordado que de tenerse en cuenta su propuesta, el centro educativo sería el primer y único colegio de la localidad que llevaría el nombre de una mujer, algo también novedoso para el municipio “que rompería una cierta tendencia misógina”. Por lo pronto, Ruiz ha conseguido su primer objetivo, llamar la atención, despertar el interés mediático con su propuesta y trasladar la patata caliente a los representantes políticos y a la comunidad educativa del centro.
