La denuncia fue interpuesta en julio de 2008 por dos vecinos, según han informado a Europa Press fuentes cercanas al caso, que han precisado que agentes de la Policía Local del municipio, tras realizar las pertinentes mediciones, recogieron ruidos de hasta 98 decibelios debido a las deficiencias acústicas que sufre el restaurante.
Así, la juez imputa en su auto a los ex alcaldes Javier Calvente (PP) y Eusebio Ortega (PSOE) por prevaricación medioambiental y contaminación acústica por despreciar la normativa vigente sobre emisión de ruidos y omitir sus deberes como alcalde al permitir la instalación de una industria acústicamente contaminante en contra de los intereses de los ciudadanos.
Los dos delitos de lesiones se les imputan después de los informes presentados por la forense, en los que se asegura que los dos demandantes han tenido que recibir atención psicológica y psiquiátrica, además de sufrir graves alteraciones del sueño, a causa de la actuación de ambos ediles y de los dueños del restaurante, Cristóbal y Luis Carlos, este último, además, es presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Jaén así como de Ferias Jaén y de la Federación de los Gremios de Hostelería y Turismo.
Esta tipo de acusación en concreto es pionera en la Audiencia de Jaén, según las mismas fuentes, y además está siendo ratificada por el tribunal Supremo, ya que admite como delito de lesiones los daños sufridos por las víctimas. Los dos denunciantes y varios vecinos más del restaurante habían interpuesto más de mil denuncias, hasta que en 2008 fue aceptada a trámite y comenzó este proceso legal. Los imputados han interpuesto un recurso de apelación.