El salón parroquial de la Iglesia Vaticana Castrense de San Francisco fue el escenario en la tarde noche de este jueves de la presentación del sello conmemorativo del 250 aniversario de la consagración del templo, en buena medida germen de lo que luego sería la Real Villa de la Isla de León y finalmente la Ciudad de San Fernando.
El párroco, Gonzalo Núñez del Castillo, señaló que la conmemoración se asienta sobre los pilares de la Iglesia, de la Armada y de la ciudad y fue la directora de la oficina principal de Correos en la ciudad, Alicia Padial, presentó el sello conmemorativo diseñado por Antonio Luis Belizón Ibáñez que tiene como elemento principal un dibujo esquemático de la espadaña que corona el templo y ambos lados el ordinal que conmemora la efeméride, 250 años y al otro la bandera española en trazos ascendentes que representan el carácter castrense de la parroquia.
Se han empleado los colores rojo, amarillo, blanco, negro y marrón que se corresponden con la bandera española, la bandera vaticana y el marrón asociado a la Orden Franciscana. En la base del sello está la leyenda de la entidad y la fecha del aniversario, aplicó Padial. El sello tiene un valor facial de tarifa A, esto es, lo básico para una carta normal y corriente.
Tras descubrirse una imagen ampliada del sello –“que son preciosos”, dijo Alicia Padial- el delegado de Presidencia, en representación del Ayuntamiento, centró su intervención en señalar la correlación que existe entre la erección del templo y el nacimiento de la ciudad como tal, de cuyo primer ayuntamiento se cumple el año que viene también 250 años. Esto es, que fue independiente un año después.
Nieto reiteró el apoyo del Ayuntamiento de San Fernando y del Gobierno municipal a la efeméride que contará con diversos actos durante todo un año y dejó entrever que los aniversarios de la iglesia y de la ciudad se verán entrelazados en algún momento de la conmemoración, aunque no avanzó nada sobre ese programa en el que trabaja el Gobierno municipal.
Para finalizar el acto, la directora de Correos en la ciudad mató sellos a aquellas personas que lo solicitaron llevándose la satisfacción de ser los primeros. El primero fue el fotógrafo de Diario de Cádiz, Enrique Rioja Guerrero.