Las 96 embarcaciones que conforman el sector de la chirla en el Golfo de Cádiz han regresado hoy al trabajo, tras siete meses de parada biológica para la regeneración de la especie, preocupados por cumplir un tiempo de pesca, de tres horas, "escaso y que hace imposible la captura".
La vuelta a la actividad es posible después de que la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural haya reabierto el caladero tras recuperar el 60 % de sus posibilidades, aunque con una serie de medidas destinadas a garantizar la recuperación y conservación del recurso, como ese tiempo de pesca o una cantidad máxima de captura al año de 2.500 toneladas.
En declaraciones a Efe, el portavoz del sector, Rafael Núñez, ha precisado que la vuelta a la actividad se ha producido en un momento en el que "las condiciones climatológicas no son favorables para la especie, hay mucho levante, la chirla está enterrada y está constando cogerla".
Ha apuntado que los mariscadores "están nerviosos por el hecho de tener que cumplir con ese esfuerzo pesquero de tres horas; teniendo en cuenta el tiempo que se pierde en levantar el rastro y volverlo a echar, en realidad el tiempo de pescado es de dos horas, lo hacen lo más rápido que pueden con el temor a tener un accidente en el barco".
Según Núñez, "a la rentabilidad económica, hay que sumar ahora estos riesgos laborales"; entienden que "hay que controlar que los barcos cumplan con los topes de captura, pero no imponer esos horarios restringidos que añaden riesgo al trabajo".
La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, en colaboración con el Instituto Español de Oceanografía, será la encargada de llevar a cabo el seguimiento científico de los bancos de chirla del Golfo de Cádiz.
Si los muestreos determinan un rendimiento medio de captura inferior a 0,8 kilogramos por minuto (punto de referencia biológico establecido por el IEO para que la actividad sea sostenible), la Junta reducirá un día de jornada de pesca, mientras que si es inferior a 0,6 kilogramos por minuto procederá de nuevo al cierre del caladero.
El portavoz del sector confía en que las condiciones climatológicas cambien y que esto "facilite las capturas porque, chirla hay, no ha habido mortandad en la costa; en el momento que haya una semana de tiempo bueno, saldrá y podremos cogerla sin problemas".