El Sindicato de Médicos de Sevilla ha denunciado que el Servicio Andaluz de Salud “maltrata” a los profesionales de Pediatría, al igual que a los de Atención Primaria, al seguir firmando contratos de médicos, obligarles a desplazamientos de centro para atender necesidades puntuales sin respetar los derechos laborales y sin respetar la necesaria conciliación laboral, una política “cortoplacista” que se reproduce desde hace años, por lo que han expresado su respaldo a las continuas manifestaciones ciudadanas en demanda de mejoras en la atención sanitaria pública.
En un extenso comunicado, el Sindicato de Médicos ha explicado que las movilizaciones ciudadanas de los últimos meses en demanda de pediatras no sólo afectan a determinados centros de salud, localidades o barrios sino que afecta a toda la provincia y se generaliza con los médicos de Atención Primaria, una escasez de profesionales que el SAS utiliza “para eludir su responsabilidad por la especial gravedad que el problema posee en Sevilla y en el terreno concreto de la pediatría”.
Durante décadas, la política de personal del SAS, en especial en lo que atañe a los médicos, consistió en exprimir a las plantillas para compensar los recortes presupuestarios. Cada vez menos médicos debían asumir más trabajo, coaccionados con la no renovación de los contratos o la asignación de los puestos menos atractivos, política que “persiste con la Administración actual”. Desde el Sindicato Médico “siempre advertimos a la Administración de que esta gestión cortoplacista sería devastadora para el sistema público a medio y largo plazo, y el tiempo nos ha dado la razón. Los médicos maltratados han huido de la Atención Primaria más para escapar del maltrato que para conseguir mayores retribuciones”.
En la actualidad, según relatan “los pediatras, como el resto de los médicos de Atención Primaria, siguen firmando contratos de meses, en lugar de acceder a interinidades. Es ridículo que en la situación actual de escasez de médicos el SAS no capte a los disponibles con nombramientos atractivos. Además, a los pediatras con los que cuenta los desplaza continuamente de un centro a otro, sin el menor respeto por sus derechos laborales. Este desplazamiento afecta gravemente a la calidad de la asistencia y, aunque pude solucionar un problema hoy, acabará fomentando la fuga de médicos y creando un problema más grave mañana”.
“En lugar de buscar soluciones que favorezcan la continuidad de la asistencia y den respuesta a la escasez estructural de médicos, el SAS insiste en su política de hacer recaer sobre la espalda de estos las consecuencias de la escasez de recursos”, insiste el Sindicato, que denuncia cómo las reducciones de jornada para cuidado de hijos, solicitadas en su mayoría por facultativas, “son sistemáticamente dificultadas en el Distrito Sevilla mediante trabas de dudosa legalidad, que hemos denunciado a través de nuestra asesoría jurídica”. Para el Sindicato Médico, “es sencillamente estúpido pensar que en las condiciones actuales se va a solucionar el problema de la escasez de pediatra maltratando a las mujeres que intentan compatibilizar su trabajo con la atención a su familia. Una vez más, miopía y cortoplacismo en lugar de medidas que fidelicen a unos profesionales cada vez más escasos”.
Los pediatras, como los médicos de familia, siguen estando discriminados retributivamente en comparación con a los médicos de hospital, según denuncian, ya que les aplican conceptos retributivos diferentes, sufren recortes mayores durante las bajas y no se les aplica el complemento de continuidad asistencial, aunque fue aprobado hace quince años. “La situación de agotamiento y frustración es tal que cada vez más compañeros piensan en la jubilación anticipada o incluso en abandonar su puesto de trabajo”, aseguran.
Muchos colectivos de ciudadanos reclaman más pediatras en sus centros de salud. “Ante estas demandas, los políticos, siempre temerosos ante cualquier protesta que anuncie una pérdida de votos, recurren a la medida fácil: desplazar a algún facultativo al centro conflictivo, sin remuneración adicional o incentivo alguno, obligándolo a abandonar a la población que tiene asignada y con cuya salud se encuentra comprometido, deteriorando sus condiciones de trabajo y haciendo que se sienta como un mueble que puede ser colocado hoy aquí y mañana allí. Pero esta no es la solución. Maltratando a los médicos solo conseguirán empeorar la situación actual”.
“Compartimos las demandas de la población de una atención sanitaria pública de calidad, pero el primer requisito necesario para alcanzar este objetivo es cuidar a los profesionales encargados de prestarla”, concluyen.