La comunidad ucraniana de Sevilla se está organizando para enviar con urgencia productos de primera necesidad a su país, como consecuencia de la guerra que allí se desarrolla tras la invasión de Rusia, con los que salvar vidas. "Pedimos ayuda humanitaria para nuestros ejércitos, nuestra familia, nuestra gente".
Pedimos ayuda humanitaria para nuestros ejércitos, nuestra familia, nuestra genteDe ese listado de materiales, destacan los alimentos en conservas, "puesto que en esas condiciones, bajo tierra, no pueden preparar comida"; medicamentos para quemaduras, vendas, analgésicos, antiobióticos y botiquines de primeros auxilios, entre otros, y productos de higiene, como ha señalado a Europa Press Ivanna Dorosh, ucraniana que colabora con la asociación Prosvita de Málaga.
En cuanto a la comida, lo más importante son conservas en lata, alubias, albóndigas, atún o sardinas; frutos secos; chocolate sin leche; barritas energéticas; galletas, te y café. En todo caso, alimentos no perecederos "listos para consumir" y que estén envasados "en lata o un recipiente similar", teniendo en cuenta las condiciones en que se hallan en esos refugios" y para facilitar su ingesta a los militares, "muchos de ellos con las manos hinchadas y con quemaduras por los disparos".
"Sabemos que pueden venir ayudas de otros países, pero estos productos de primera necesidad los necesitamos ya. Cada minuto es un horror, hay desabastecimiento en las tiendas y, además, están soportando un clima muy frío con bajas temperaturas", ha añadido Doresh. Con esta acción, Sevilla se une a otras asociaciones, instituciones y particulares del conjunto del país que están realizando un llamamiento a la sociedad para recoger material no fungible.
En Sevilla se han establecido varios puntos de recogida, en la barriada Nuestra Señora de la Oliva y en la avenida de la Paz, entre otros, así como en la parroquia ucraniana ubicada en el centro de Sevilla, en concreto, en el número 12 de la calle Santa Clara.
Asimismo, este colectivo ha realizado un llamamiento a las administraciones públicas y a la sociedad en general para disponer de un espacio en el que almacernar toda esa ayuda humanitaria. La semana pasada se envió todo el material recogido a Málaga, en autobuses y camiones de transporte, "ya que la asociación allí es más fuerte y cuenta con más gente".
"No estamos preparado para ninguna guerra y sí muy asustados, pero sabemos que tenemos que luchar por nuestra tierra. No nos hemos esperado este golpe y tememos bombardeos a civiles. Las noticias que nos llegan desde allí no son buenas", ha concluido Doresh.