El sector avícola de la Sierra Sur sevillana, que concentra diez de los 22 focos de gripe aviar detectados en la provincia de Sevilla y los 28 en Andalucía, estima perdidas de unos 50.000 euros para cada una de las alrededor de 90 explotaciones afectadas por la paralización de la actividad por dichos focos.
Esto supone, además, que más de 100 familias de forma directa se han visto obligadas al cese de actividad; y a otros negocios les afecta de forma indirecta, ya que trabajan para este sector, ha informado el sector en un comunicado.
Son ya casi dos meses desde el primer foco (detectado el 14 de febrero en el municipio de Gilena) y, aunque la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca, no ha dado plazos aún, se estima que no podrán regresar a su actividad antes de julio.
A esto, hay que sumarle el tiempo de cría de las aves y posterior pago de la camada, por lo que se estima que no vuelvan a percibir ingresos hasta finales de octubre o principios de noviembre, en el mejor de los casos.
Tras varios intentos por parte de los avicultores, la Junta no ha accedido aún a reunirse con ellos, han señalado desde el sector, para añadir que los afectados ya lo estaban antes por el incremento en los costes de producción, sobre todo en la factura de la luz y el gas que se han visto incrementados en un 300 %.
El sector prevé unas pérdidas que rondan los 50.000 euros por explotación, a las que hay que sumarle la necesidad de seguir pagando el mantenimiento de la explotación avícola cerrada.
Por todo ello, los afectados van a presentar un escrito ante la Junta de Andalucía y el Gobierno de España en el que solicitan la activación de lucro cesante en las explotaciones obligadas a su cierre, aplazamiento de préstamos personales e hipotecarios y cualquier otro gasto que conlleva tener una explotación avícola en cese de actividad.
Además, el sector avícola de España está pidiendo la aplicación de la ley de la cadena alimentaria para no vender por debajo de los costes de producción.
