El Defensor del Pueblo de España ha admitido a trámite la queja presentada por la Asociación Parque Vivo del Guadaíra por las macro botellonas que se celebran en este espacio verde los días de partido en el Benito Villamarín al entender que "reúne los requisitos establecidos" en la norma por la que se rige este organismo. En su escrito, con fecha de este pasado lunes 14 de noviembre y consultado por Europa Press, el defensor Ángel Gabilondo confirma que "se han iniciado las actuaciones oportunas ante la Dirección General de la Policía y el Ayuntamiento de Sevilla" para, con la información que le proporcionen, dar respuesta a la Asociación Parque Vivo del Guadaíra.
La misma queja también ha sido admitida a trámite por el Defensor del Pueblo Andaluz, que el 31 de octubre remitió un escrito a Parque Vivo del Guadaíra en el que le comunicaba que ha solicitado al Ayuntamiento que "nos aporte cuanta información disponga sobre los hechos planteados". La última de las macro botellonas tuvo lugar el pasado 6 de noviembre con motivo del derbi Betis-Sevilla. Según el relato del presidente de la Asociación Parque Vivo del Guadaíra, Antonio Fajardo, la concentración fue de "récord en el peor sentido de la palabra", al durar cerca de cinco horas. "Heliópolis amaneció convertido en 'Hediónpolis", criticó, aludiendo así a la basura y a los "ríos de orines" como consecuencia de la concentración de aficionados.
La empresa de limpieza pública municipal, Lipasam, retiró de hecho 18.000 kilos de basura con motivo del derbi y montó un "importante despliegue humano y mecánico", tanto en las horas previas como durante y después del encuentro con el objetivo de prestar un servicio de limpieza en toda la zona del estadio y los aledaños del mismo. El operativo estuvo formado por 37 trabajadores y 27 vehículos. Estas botellonas serán objeto de debate este jueves en el Pleno municipal, en el que Adelante Sevilla (IU-Podemos) va a preguntar al alcalde Antonio Muñoz si "se va a garantizar una especial protección del Parque del Guadaíra como zona verde que es" con el fin de "reducir" este problema y "atajar sus consecuencias".
"A nadie se le escapa y tampoco se puede evitar que se produzcan grandes aglomeraciones de personas en estas zonas de la ciudad --en alusión a Heliópolis pero también a Nervión, en el entorno del campo del Sevilla-- cuando hay partido, ni incluso que se consuma alcohol en la vía pública. No podemos poner un policía ni un personal de limpieza detrás de cada persona, pero hay que reducir este problema, atajar sus consecuencias y no conformarse porque el problema se traslade unos cientos de metros más allá", recoge la pregunta consultada por Europa Press.
La última de las botellonas en el Parque del Guadaíra fue la del pasado 6 de noviembre con motivo del derbi Betis-Sevilla. El presidente de la Asociación Parque Vivo del Guadaíra, Antonio Fajardo, se lamentó entonces de que la concentración había sido de "récord en el peor sentido de la palabra", al durar cerca de cinco horas. "Heliópolis ha amanecido convertido en 'Hediónpolis", criticó, aludiendo así a la basura y a los "ríos de orines" como consecuencia de la concentración de aficionados.
Adelante Sevilla se hace eco de que "no es la primera vez que el parque y los vecinos se ven afectados por estos hechos" y critica que el gobierno municipal se haya "conformado con sacar la botellona del barrio y trasladarla al mencionado parque". Considerando la "inseguridad" que generan estas concentraciones y el "gasto innecesario y extra que supone la recogida y limpieza por parte de Lipasam y que la empresa no puede abarcar del todo y de manera eficiente el cien por cien de la limpieza", el grupo municipal preguntará al alcalde si se ha abierto "algún tipo de negociación con los equipos de fútbol para que se impliquen en la búsqueda de soluciones". Igualmente, apunta a la necesidad de "cubrir con más seguridad las zonas que, aunque más alejadas de los recintos deportivos, son blanco para este tipo de actividades" y quiere conocer si el gobierno municipal "reforzará" Lipasam de "algún modo" para que los alrededores de los estadios Benito Villamarín y Ramón Sánchez Pizjuán "no queden en tan lamentable estado". En este sentido,