La mayor distribuidora nacional de juguetes eróticos, Dreamlove, ubicada en el Parque Logístico de Carmona, en Sevilla, sufría en la madrugada de este jueves un robo de vibradores forrados de oro de 24 quilates por valor de 80.000 euros.
No creo que supieran que teníamos estos artículos en la oficinaEl responsable del la empresa mayorista, Mario Romero, ha manifestado este viernes que no cree que los supuestos autores del robo denunciado por su entidad en sus instalaciones de Carmona "supieran específicamente" que dentro de las mismas iban a encontrar vibradores de oro y acero.
El gerente de esta empresa ha confirmado que han sido sustraídos 25.000 euros en efectivo y siete vibradores de oro y acero, con un precio de hasta 17.000 euros en el primer caso y de hasta 3.000 euros en el segundo.
A su entender, los presuntos autores del robo habrían actuado "buscando una caja fuerte y objetos de valor". "Específicamente, no creo que supieran que teníamos estos artículos en la oficina", ha asegurado con relación a los vibradores de oro y acero.
La Guardia Civil, de su lado, ha abierto una investigación y ya este pasado jueves, un equipo de agentes realizaba una inspección ocular en las instalaciones de la empresa.
Encapuchados y cortando la calle
El robo se produjo a las 23:41 horas de este miércoles y, antes de acceder a las instalaciones de Dreamlove por la puerta principal, los atracadores cortaron la calle con vallas y cortaron el cableado de las farolas para dejar la calle a oscuras.
Las cámaras de la empresa han grabado a tres personas con los rostros cubiertos, si bien es posible que contaran con alguien más de apoyo en el interior o el vehículo empleado en el robo, el cual estacionaron junto a unos árboles en una zona rural colindante con el Parque Logístico.
Por su parte, Mario Romero Molina, quien ya ha tramitado la denuncia, ha asegurado que es muy difícil vender en el mercado los vibradores sustraídos por tratarse de "ejemplares muy escasos y fácilmente identificables", algo que comulga con su idea de que los atracadores no sabrían realmente lo que estaban robando.
