Los dos proyectos de obras que el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra diseñó para las Reales Atarazanas de Sevilla, tanto el que presentó para en 2012 para acoger el Caixaforum como el modificado que realizó en 2015 para acoger el Centro Cultural, han pasado a ser propiedad del Gobierno de Francia después de que el Museo Pompidou de París haya adquirido a su estudio de arquitectura seis de sus proyectos para que formen parte de su colección permanente.
A los dos proyectos de las Atarazanas, cuya obra “está próxima a su finalización”, según apuntan desde el estudio, le acompañarán otros diseños relevantes en la trayectoria del arquitecto y que también están ubicadas en Sevilla capital, como son el edificio de viviendas sociales Ramón y Cajal (1986) y el Pabellón de la Navegación para la Expo’92 (1990), y ya en la provincia, el Jardín de Olivares (1976) y la Casa y Estudio para el pintor Rolando en Mairena del Aljarafe (1982).
El único que no es sevillano y que estará en la colección permanente es la Ordenación del Frente Marítimo de Vigo (1993-2004), un proyecto que consideran “global” ya que comprende todas las escalas de intervención, desde el planeamiento urbanístico y la construcción de edificios hasta el diseño de todo el mobiliario urbano.
“En total son más de 70 planos originales en papel vegetal o poliéster, 80 fotografías, 60 dibujos y croquis y 7 maquetas, maquetas de estudio en cartulina u otras más definitivas de madera o aluminio. Todo este material, patrimonio ahora del gobierno francés, compartirá espacio junto a obras de arquitectos tan relevantes como Carlo Aymonino, Vittorio Gregotti, Louis Kahn, Norman Foster, Fernández Alba, Oriol Bohigas o Álvaro Siza”, aseguran desde el estudio de Vázquez Consuegra.
Según explican, el proceso de adquisición por parte del Museo Pompidou de París de los seis proyectos del arquitecto, ha durado dos años “en los que su comisaria de arquitectura, Valentina Moimas, ha trabajado junto con el equipo Vázquez Consuegra para que este material comience a formar parte de su colección permanente.
El proceso de adquisición que comenzó con el acercamiento e interés por parte de la institución francesa a través de su comisaria de arquitectura y la selección de obras ha sido realizada por el Centro Georges Pompidou “procurando cubrir todas las épocas, tipologías y territorios de intervención del arquitecto en su dilatada trayectoria de más de 50 años, si bien la documentación y elección de los materiales de los proyectos se ha realizado de manera conjunta”, apuntan.
La colección arquitectónica del Musée National d’Art Moderne fue creada en 1992 y cuenta con más de 13.000 obras, “una de las más relevantes del mundo”, según apuntan, con exposiciones y publicaciones con las que participa “en la demostración de la dimensión multidisciplinar de la modernidad”.
Según el estudio de Vázquez Consuegra, “sigue una coherencia basada en la noción de proyecto arquitectónico, desarrollado desde su concepción hasta su finalización, pasando por todas sus formas, maquetas, dibujos, prototipos y escritos de arquitectos”. Los fondos documentales conservados en la Biblioteca Kandinsky completan el conjunto, concluyen.