La sustitución de las piezas originales del Tesoro del Carambolo, en abril, por la réplica del orfebre Fernando Marmolejo -operación realizada bajo el más absoluto secretismo-, ha vuelto a poner en pie de guerra al Ayuntamiento y a la Junta de Andalucía, administraciones que mantienen ya varios frentes abiertos -muchos en cuestión de patrimonio- y cuya falta de entendimiento deriva en una mala gestión.
La retirada del original, que desde enero se exponía permanentemente en el Museo Arqueológico tras tres décadas depositado en una entidad bancaria, se llevó a cabo debido a que la Junta (que financió la exposición y la sala del Carambolo en el Arqueológico con 25.000 euros) no podía seguir sufragando los 145.000 euros anuales que costaba la seguridad y el mantenimiento del tesoro.
Después de conocerse la noticia, la directora general de Bienes Culturales e Instituciones Museísticas, Elia Rosa Maldonado, aseguró que el Tesoro “se encuentra en un lugar seguro, con todas las medidas que garantizan su preservación y conservación” a la espera de llegar a un acuerdo con la empresa que custodiaba el original.
Conocía la situación
También después de conocerse la noticia, el alcalde, Juan Ignacio Zoido, reconoció ayer estar informado “de la lamentable situación” a través de la Delegación Provincial de Cultura, al tiempo que instó a la Junta a “extremar” y a “aplicar todos los dispositivos de seguridad necesarios” para que quien venga a Sevilla “pueda apreciar y admirar el original”.
A su vez, el alcalde no quiso entrar a valorar la posibilidad expresada por la anterior corporación municipal de exponer el Carambolo en el Antiquarium, por “no polemizar”. “Tenemos tantas cosas abiertas con la Junta, que lo que estoy esperando es que José Antonio Griñán pueda encontrar un hueco para recibirme porque creo que los sevillanos se lo merecen”, dijo Zoido.
Al respecto, Maldonado invitó a Zoido a que “sustituya sus quejas improductivas por un mayor compromiso con el patrimonio y por aportaciones y colaboración”.