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Sevilla

Reclaman más seguridad tras las agresiones en centros de salud de Torreblanca

Distintos profesionales de la seguridad privada que trabajan en el área sanitaria de Sevilla y su provincia, tras la agresión sufrida el pasado 2 de septiembre, reclamarán más medidas de seguridad para realizar sus funciones

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Distintos profesionales de la seguridad privada que trabajan en el área sanitaria de Sevilla y su provincia, después de la sesión de trabajo convocada con carácter de urgencia por el Sindicato Profesional de Vigilantes (SPV) tras los incidentes ocurridos en el centro de salud de Torreblanca en la madrugada del pasado 2 de septiembre, reclamarán más medidas de seguridad para realizar sus funciones.

   Según ha informado el presidente del sindicato, Antonio Cid, a Europa Press, "aunque no se dan continuamente agresiones del mismo calibre que las ocurridas en el centro sanitario de Torreblanca, sí están muy presentes" en las vidas de alrededor de los cien vigilantes de seguridad que trabajan en Sevilla en el entorno sanitario, repartidos en cuatro empresas de seguridad como lo son Prosegur, Securitas, Eulen y Vinsa Alentis, que cubren la atención primaria, los centros especialistas, las urgencias y las áreas hospitalarias.

   De esta forma, en el informe han querido dejar constancia que las condiciones de trabajo "han empeorado mucho en los últimos años con los recortes que se han dado en las plantillas de seguridad privada que atienden a los centros sanitarios, y la conflictividad de los usuarios también ha aumentado".

   Así, ha señalado que "con respecto a otros años, la agresividad ha aumentado ya que muchas personas se encuentran en situaciones complicadas, lo que interviene mucho en su comportamiento con la sociedad y los vigilantes de seguridad tienen que soportar estas actitudes, que en muchos casos finaliza en episodios de amenazas y hasta agresiones de distinta índole".

   De este modo, en la reunión han puesto de manifiesto que el riesgo al que están expuestos los vigilantes "ha quedado suficientemente contrastado" y está "especialmente acentuado" en hospitales y centros de urgencias nocturnos. Así, han aprobado elevar tanto a las empresas que tienen contratos de seguridad en vigor con el SAS, como a los responsables territoriales de seguridad privada y la Subdelegación del Gobierno, un documento-diagnóstico donde quedan recogidas las principales carencias de seguridad detectadas, así como una serie de propuestas para minimizar el alto riesgo de agresión con el que se encuentran en algunas ocasiones.


FALTA DE MEDIOS BÁSICOS

   Entre otros asuntos, los vigilantes de seguridad han denunciado la falta de medios básicos para realizar funciones y la mejora de los protocolos de coordinación ante casos de agresión y otras situaciones críticas. Así, han considerado "deficientes" las dotaciones de los equipos de protección individual, como pueden ser guantes y chalecos anti-cortes. Igualmente se ha solicitado a las autoridades competentes que se estudie la posibilidad de dotar a los profesionales de sprays homologados para el uso de seguridad privada, herramienta que ya usan otros vigilantes en servicios de especial peligrosidad, previa autorización de la unidad Central de Seguridad Privada.

   De esta manera, en los centros sanitarios han reivindicado la necesidad en algunos centros de circuitos cerrados de televisión y la renovación de elementos de seguridad de los que se dotan inicialmente a las instalaciones, "pero que se acaban por deteriorar y no se sustituyen", como botones de alarmas o pulsadores anti-pánico, indica.

   Asimismo, en el ámbito hospitalario, los vigilantes han subrayado que tienen que atender emergencias cuando son llamados por incidentes con enfermos psiquiátricos, drogodependientes o personas que pueden ser portadores de enfermedades infecto-contagiosas, lo que requiere una especialización que "no suele ser reconocida".

   Igualmente han reclamado analíticas selectivas y campañas de vacunación, por el "riesgo" para la salud que puede entrañar este tipo de actuaciones y han denunciado que "en los últimos años las instalaciones no han parado de crecer, teniendo que atender a esta realidad con unas plantillas de seguridad, que lejos de adaptarse a estas ampliaciones, ha ido menguando con el paso del tiempo".

   De esta forma, los hurtos y robos en las distintas dependencias y habitaciones, prevención de sustracciones de material médico, carteristas, reyertas entre gorrillas en la zona de parkings, que incluso en ocasiones han llegado a amenazar a los usuarios del hospital forman parte del día a día de estos trabajadores, ha señalado el informe.

   Finamente, el Sindicato Profesional de Vigilantes lanzará próximamente una campaña de sensibilización para que el trabajador de la seguridad privada tome conciencia de lo importante que es la prevención en sus labores.

   Así, bajo el lema 'Vigilante, en el trabajo, lo primero tu seguridad' ofrecerá un asesoramiento para aquellos casos donde el vigilante considere que no se garantizan mínimamente sus condiciones laborales o crean que tienen una sobreexposición excesiva frente a las amenazas que se le pueden presentar en su jornada laboral.

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