Los trabajadores de la planta de Lactalis (marca Puleva) de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) van a mantener las movilizaciones que tenían previstas para esta próxima semana ante el anuncio de la empresa de comenzar con los trámites legales para negociar el cierre de la planta.
El presidente del comité de empresa, Guillermo Díaz, ha señalado a Europa Press que en la jornada de este viernes han tenido "una de cal y otra de arena", tras mantener, por un lado, una reunión con representantes de la Junta de Andalucía, que les mostraron su "apoyo" y "les prometieron que iban a intentar hablar con la empresa para intentar que no se llevara a cabo el cierre de la planta sevillana de Puleva"; y, por otro, un encuentro con la empresa, quien ha anunciado que empiezan los trámites legales para que "antes del 13 de febrero el comité de trabajadores presente a sus representantes para la mesa negociadora del cierre".
En este sentido, Díaz ha incidido en su reclamación de ser recibidos por el propio consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo del Gobierno andaluz, José Sánchez Maldonado, así como en la "importancia" de tratar la situación como un expediente de regulación de empleo (ERE), que daría la opción de estudiar y analizar el caso de cada trabajador, frente a llevarlo a cabo como un cierre de la patronal.
Así, ha criticado que la empresa quiera "enmascarar" esta situación con una mesa negociadora de la movilidad geográfica que les sale "muchísimo más barata", ya que, según el presidente del comité, "de cara al público queda muy bonito decir que los 70 trabajadores van a ir destinados a Granada". Sin embargo, "no es cierto", pues "como mucho podrían ir el 50 por ciento", tras lo que "un número importante de empleados quedarían expuestos a ser trasladados a Mollerusa (Lérida) o Galicia".
Y es que, como ha explicado Díaz, en un ERE "hay que negociar tanto el traslado como los despidos y las prejubilaciones con todas sus garantías". No obstante, la empresa "no quiere hablar de ello" porque, a su juicio, "hablar de un traslado masivo sería dar nueve meses de indemnización, mientras que un ERE tiene un límite incluso de dos años de indemnización en caso de despido". Asimismo, "un ERE obliga a prejubilar a los trabajadores de 55 años en adelante y un traslado masivo no lo recoge", ha advertido.
"Legalmente hablando hay diferencias importantes" entre el ERE y la movilidad geográfica, según ha afirmado el presidente del comité de empresa, quien ha insistido en que "en realidad lo que la empresa está poniendo encima de la mesa son cartas de despido", puesto que a "un trabajador de 55 y 57 años le dices que se vaya al Pirineo, cuando tiene cargas familiares insoportables incluso aquí, con sueldos mediocres, y obviamente no se va".
Cabe recordar que estos trabajadores celebraron este pasado jueves una concentración ante el Parlamento de Andalucía y mantuvieron encuentros con representantes de los tres grupos parlamentarios --IULV-CA, PSOE y PP--, que les informaron de que presentarán un escrito conjunto en el próximo Pleno de la Cámara andaluza en apoyo al mantenimiento del empleo en la provincia y en la fábrica de Puleva en Alcalá en particular.
También los empleados de Puleva tienen previstos una serie de paros para los días 10 y 13 de febrero. El primero de ellos, el día 10 de febrero, de 12,00 a 14,00 horas, en el que las personas que trabajan en la fábrica de la provincia sevillana tienen previsto aprovechar para concentrarse frente a la puerta de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo en la isla de La Cartuja.
El segundo paro se llevaría a cabo el 13 de febrero, desde las 09,00 hasta las 15,00 horas. En esta acción, los empleados tienen previsto emprender una marcha a pie desde la fábrica, en Alcalá de Guadaíra, hasta la puerta del Ayuntamiento de Sevilla.
