El crecimiento en un 53,77% de expedientes por la aplicación de la nueva tasa de recogida de residuos sólidos conforme a la modificación de la Ordenanza, en virtud de la cual los inmuebles son dados de alta por los datos del Catastro aunque estén vacíos y no se ejerza actividad en ellos, es la demostración, a juicio del gobierno municipal, del fraude fiscal que existía antes del nuevo modelo.
La delegada de Hacienda, Asunción Fley, ha contestado en la Comisión de Ruegos, Preguntas e Interpelaciones a una serie de cuestiones planteadas por el Grupo Socialista en relación con la aplicación de la nueva tasa de basuras a los locales comerciales existentes según los datos del Catastro y aunque en parte de ellos, como consecuencia de la crisis económica, no se desarrolle actividad y por lo tanto no se generen residuos.
La delegada afirma que no es técnicamente correcto decir que hay nuevas altas de locales como consecuencia de la modificación de la Ordenanza, ya que todos los contribuyentes del año 2014 han cursado alta en la matrícula, aunque al menos puede inferirse a cuántos está afectando, por la diferencia de expedientes vigentes en los dos últimos ejercicios.
Así, en 2013, el número de expedientes para el pago de la tasa de basuras en Sevilla era de 27.762. En 2014, ha aumentado en un 53,77%, hasta elevarse a 42.691, lo que significa 14.929 más que antes. A juicio de Fley, estos datos ponen de manifiesto “el fraude fiscal existente anteriormente al presente modelo”.
Por la tasa de basuras de todo tipo de locales, la Hacienda municipal ha recaudado en el primer trimestre de este año 3.970.740,35 euros, aunque la delegada no ha ofrecido el dato del año pasado para poder establecer comparaciones recaudatorias.
Sí ha respondido al interés del Grupo Socialista en conocer el dinero abonado por este concepto por el Ayuntamiento y las empresas municipales, ya que es sabido que Emvisesa aún mantiene en su poder un buen número de locales vacíos. Según la delegada, al Ayuntamiento no se le han liquidado cantidades, por aplicarse el criterio de confusión de deudas entre acreedor y deudor, pero cinco entes municipales han abonado en conjunto 39.882 euros, conforme al siguiente desglose: Emvisesa, 22.690 euros; Sevilla Global (en liquidación), 11.375; Tussam, 3.273, 75; Emasesa, 2.029,55, y Lipasam, 515 euros.
Por otra parte, Asunción Fley afirma que ninguna entidad sin ánimo de lucro ha sido dada de alta en el pago de la tasa como consecuencia de su modificación, dado que tanto antes como ahora estaban y están sujetas al pago de la misma y no tenían derecho a beneficio fiscal alguno.
Garajes
En cuanto a los garajes que no aparecen en el Catastro con la calificación de uso residencial, Fley estima que figurarán normalmente con el uso de ‘almacén-estacionamiento’, de modo similar al de los trasteros, pero que no han sido incluidos en la base de expedientes iniciales de la nueva tasa de basuras, por lo que no se les ha liquidado ninguna cantidad.
De forma cautelar, hasta su cambio de uso catastral, se han excluido de oficio, para su análisis, las referencias catastrales en subsuelo (-1, -2…) de escasa superficie y en otras tipologías de uso. La delegada asevera que a los garajes cuyo uso figure de forma errónea en el Catastro se les excluye del pago de la tasa y se tramita su modificación catastral siempre que medie el oportuno recurso o declaración por parte del contribuyente.
Se han presentado 150 recursos de reposición
La delegada de Hacienda y Administración Pública, Asunción Fley, reconoce que en la actualidad se están presentando numerosos escritos ante el Ayuntamiento en relación con la nueva tasa de basuras, los cuales no califica estrictamente como reclamaciones.
En este sentido, afirma que se presentan declaraciones sobre inquilinos a efectos del cambio de sujeto pasivo, declaraciones de cambios de usos catastrales por errores, solicitudes de unificación de expedientes por referencias catastrales contiguas, declaraciones de superficie a efectos catastrales….
Sí reconoce que contra la propia liquidación de la tasa se han presentado, al margen de errores materiales o procedimientos reglados de gestión, unos 150 recursos de reposición.