La trabajadora de Invercaria que supuestamente auxilió a la mesa de contratación en la validación de acreditación de la solvencia económica y financiera de las empresas concurrentes para explotar la Mina de Aznalcóllar ha dicho hoy ante la juez que no hizo ningún informe y que no estudió documentación.
La empleada ha dicho, a preguntas de la juez y de la Fiscalía, que no hizo ningún informe de solvencia de la empresa, ninguna valoración y que no estudió ningún documento, según han informado a Efe fuentes judiciales.
Ha explicado que acudió a las dos reuniones (ante la Policía dijo que solo había estado en una) porque se lo dijo su jefe y que en esos encuentros solo le hicieron preguntas superficiales, pero no en profundidad sobre la solvencia de las empresas, han añadido las fuentes.
A pesar de acudir a la reunión como experta en temas económicos para asesorar sobre la situación de las empresas, la trabajadora ha asegurado que cuando acudió a la primera reunión no sabía de qué se trataría ni que se trataba del concurso de una mina.
La trabajadora, que ha indicado que no había ningún orden en esas reuniones, al ser preguntada sobre si en dos horas (lo que dice que duró la reunión) se puede hacer un informe de solvencia de una empresa, ha respondido que es imposible, han informado las fuentes.
La juez que investiga el caso de la Mina de Aznalcóllar (Sevilla) citó hoy a declarar como testigo a esta trabajadora.
En un auto con fecha de 6 de julio, la instructora decretó citarla como testigo para aclarar las "contradicciones" detectadas entre las declaraciones de los técnicos denunciados y las manifestaciones realizadas por esta empleada de Invercaria que asesoró a la mesa de contratación.
Según se puso de manifiesto en la investigación del caso, la mesa de contratación, encabezada por la directora general de Industria, María José Asensio, pidió a la empresa Invercaria que designara un empleado público para que prestara asesoramiento en la "validación de la acreditación de la solvencia económica y financiera de las empresas", advirtiendo de que la complejidad derivaba de que en las tres propuestas había empresas extranjeras.
