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Lunes 25/11/2024
 
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Sevilla

Testigos aseguran que el acusado del atropello se jactó de los hechos

El joven acusado de matar a un vecino de Marchena atropellándole varias veces con un coche, "se jactó de lo que había hecho y dijo que lo volvería a hacer"

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A.L.G., el joven de 19 años juzgado en la Audiencia Provincial de Sevilla acusado de matar a un vecino de Marchena en febrero de 2015 atropellándole varias veces con un coche, "se jactó de lo que había hecho y dijo que lo volvería a hacer", según han testificado este miércoles dos peritos de la Guardia Civil en cuanto a los momentos posteriores a la detención de este individuo. Según han asegurado, A.L.G. presumió "en varias ocasiones" de lo que había hecho.

La tercera sesión de este juicio con jurado popular ha arrancado con el testimonio de los peritos de la Guardia Civil que realizaron el reportaje fotográfico del lugar de los hechos e inspeccionaron el vehículo con el que se produjo el atropello. Después de que A.L.G. alegase el lunes que en el momento de los hechos "iba ciego perdido" de alcohol y de drogas, los peritos de la Guardia Civil han explicado que tras la detención del joven, en el momento de hacerle la "reseña", es decir "12 o 14 horas después" de los acontecimientos como tal, el mismo "se jactaba de lo que había hecho y decía que lo volvería a hacer".

"Lo dijo en varias ocasiones", han asegurado los peritos, según los cuales el joven habría presumido del atropello de la víctima mortal de los hechos, Francisco Javier, en "actitud chulesca" y mostrando incluso "un poco de euforia". En paralelo, han reiterado que en el momento de su "reseña" policial, el acusado no daba muestras apreciables de estar bajo la influencia de ninguna sustancia.

Mientras la defensa del acusado alega que el joven está en tratamiento por "brotes psicóticos" desde los once años de edad, los peritos de la Guardia Civil han explicado también que el coche de la madre de A.L.G., el vehículo usado para los hechos, presentaba "proyecciones de sangre" en el parachoques delantero y los bajos de la parte frontal del mismo, así como vestigios de un intento de limpiar el vehículo. No obstante, han precisado que los indicios apuntan a un "mal intento" de limpiar el vehículo, sin lograr ajustar concretamente en qué momento se habría producido tal intento.

LA FISCALÍA LE RECLAMA 17 AÑOS DE CÁRCEL

En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, el Ministerio Público solicita para A.L.G. 17 años de cárcel por un presunto delito de asesinato. Además, pide que indemnice con 126.539,17 euros a la esposa del fallecido; con 52.724,46 euros a cada de uno de sus dos hijos menores de edad, y con 10.544,88 euros a los padres de la víctima.

La Fiscalía considera probado que los hechos ocurrieron sobre las 23,45 horas del 1 de febrero de 2015, cuando el imputado, de 18 años en el momento de los hechos, inició una discusión por motivos económicos con la víctima en la calle Federico García Lorca de Marchena, en el transcurso de la cual, y "con ánimo de intimidar" al fallecido, el acusado le dirigió expresiones tales como 'ahora me vas a dar todo el dinero, dame el dinero o te mato'.

Seguidamente, el imputado subió a un vehículo, tras lo que, "situado en la ventajosa posición de hallarse manejando un vehículo en marcha y con las luces apagadas, decidió embestir directamente" a la víctima "buscando con ello causarle la muerte tras el atropello, anulando cualquier posibilidad de defensa o de reacción que pudiera tener".

Para ello, circuló en línea recta durante unos 43 metros hacia las escaleras donde se encontraba el fallecido y aceleró durante dicho trayecto "con objeto de atropellarle", de manera que, cuando se encontraba a la altura de la escalera, subió el coche a la acera y le golpeó en la cadera con la parte frontal del vehículo, "sin conseguir que cayera al suelo".

MÚLTIPLES EMBESTIDAS

A continuación, "y con intención de atropellar nuevamente" al fallecido, aunque esta vez con las luces del coche encendidas, el acusado circuló en contramano hasta alcanzar al finado, "para lo cual no dudó en subirse al acerado por donde éste caminaba, acelerando en dirección al mismo", por lo que, "a pesar de que intenta esquivar el golpe, no lo consigue, recibiendo un impacto por segunda vez" a la altura de la cadera.

Tras ello, y "siendo plenamente consciente del peligro que suponía para la vida y la integridad física" del fallecido, el imputado dirigió nuevamente el coche hacia éste y le embistió "por tercera vez", para acto seguido, y al comprobar que la víctima podía continuar caminando, subirse otra vez a la acera "a una velocidad superior que en las tres ocasiones anteriores" y atropellarla por cuarta vez.

Una vez producido este cuarto golpe, la víctima decidió continuar la marcha hasta que, en un momento dado, el procesado, "a más velocidad aún que en las cuatro ocasiones anteriores y con clara intención de asegurar la producción de un golpe mortal", embistió al finado, impactando éste contra la parte inferior derecha del parabrisas, tras lo que cayó a la calzada.

Una vez en el suelo, "con clara intención de arrebatar la vida" a su vecino y "aprovechando su situación de desvalimiento al estar éste en el suelo abatido y malherido", el acusado "lo arrolló brutal y deliberadamente pasándole la rueda del vehículo por encima, ocasionando su muerte".

Así, detalla la Fiscalía que la víctima quedó tendida en el suelo y murió sobre las 23,55 horas del 1 de febrero de 2015 a consecuencia de un traumatismo torácico-abdominal severo con lesión de centros vitales e hipovolemia aguda.

LAS "MARCAS" DE LOS HECHOS

Según la Fiscalía, tras huir A.L.G. a La Puebla de Cazalla, "intentó limpiar posibles marcas del atropello", tras lo que fue localizado y detenido sobre las 10,00 horas del 2 de febrero de 2015, sin que los agentes apreciaran síntomas de que estuviera bajo los efectos de bebidas alcohólicas o sustancias estupefacientes.

La Fiscalía también señala que el acusado está diagnosticado de un trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad de tipo impulsivo asociado a la dependencia a 'cannabinoides' y consumo perjudicial de alcohol y probable consumo ocasional de sustancias de síntesis. En el momento de los hechos, según la Fiscalía, sus capacidades cognoscitivas se encontraban moderadamente afectadas y las volitivas severamente afectadas, por lo que pide para él 17 años de cárcel por un delito de asesinato, con la atenuante analógica de anomalía o alteración psíquica.

A.L.G., de su lado, sostiene que en el momento de los hechos estaba sujeto a un tratamiento psiquiátrico e iba "ciego perdido" alcohol y drogas. "Me ponía malamente con las drogas y las pastillas. No iba con intención de atropellar a nadie. Yo no quería matar a una persona en la vida", ha enfatizado mostrando su "arrepentimiento" por los hechos y pidiendo "perdón".

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