José Morales Gutiérrez (Sevilla, 24 de enero de 1838-Enero de 1927), abogado, fue alcalde de Sevilla en dos ocasiones durante el siglo XIX. La primera vez en 1870-1871 y la segunda vez en 1877-1879. Primero fue juez de paz en 1867. Y ese mismo año fue elegido concejal del Consistorio sevillano. Murió con 89 años de edad. En el listado oficial de alcaldes sevillanos no consta la segunda etapa de su alcaldía, que está registrada en el libro de J. Sánchez Lázaro titulado “Los Liberales de la provincia de Sevilla”, páginas 46-50, y editado en 1900 por la imprenta del diario El Progreso.
José Morales Gutiérrez fue nombrado alcalde de Sevilla por primera vez en 1870, siendo entonces el concejal más joven de la Corporación, donde estaba lo más granado de la sociedad sevillana de la época. En esta época de graves consecuencias sociales y políticas, entre ellas la muerte del general Prim y la instauración de la Monarquía de Amadeo de Saboya, el señor Morales Gutiérrez realizó una intensa y positiva labor desde la alcaldía, como la conservación del orden público, logrando que en Sevilla no se turbara la tranquilidad social, pese a los graves problemas económicos que sufría el Ayuntamiento, sin más ingresos que los escasos arbitrios, salvo los del consumo, que no se cobraban.
Pese a tan escasos recursos, el señor Morales Gutiérrez logró realizar el primer ensanche de las calles Sierpes y Gallego, adquiriendo tres casas indemnizando a los comerciantes establecidos en ellas, invirtiendo en esta suma 55.000 pesetas. Asimismo pagó el 50 por ciento del empréstito que levantaron los republicanos; reconstruyó parte de los Caños de Carmona, y las aguas de esta procedencia, hasta entonces encauzadas por un arroyo, llegaron cubiertas y puras a la ciudad a partir del 26 de octubre de 1871.
También arregló el Asilo de Mendicidad de San Fernando, alcanzando en provecho del mismo la concesión de una lotería de pingües resultados. De esta manera se pudieron edificar varios dormitorios, según consta en una lápida existente en dicho Asilo.
Por todo ello, el Gobierno de Sagasta concedió a José Morales Gutiérrez la Gran Cruz de Isabel la Católica, libre de gastos, con fecha 5 de marzo de 1871.
Después de ese año y hasta 1876 fue de nuevo concejal del Ayuntamiento de Sevilla. Y en 1877 fue de nuevo elegido alcalde presidente de la Corporación, estando en el cargo hasta 1879. En este mandato llevó a cabo las obras de defensa de riadas del Guadalquivir, con la colaboración de la empresa ferroviaria Madrid-Zaragoza-Alicante, que elevó las rasantes de los terraplenes de la orilla del río y colocó tableros en otros lugares para evitar la entrada de las aguas. Para estas obras se utilizaron a 500 presidiarios con un sueldo diario de 0,50 pesetas.
Otras obras importantes fueron el adoquinado de varias calles, entre ellas la plaza de la Encarnación y sus alrededores, que estaban terrizos y eran vías muy utilizadas por los sevillanos.
José Morales Gutiérrez tuvo que enfrentarse a las luchas políticas nacionales, contrarias al liberalismo, siendo especialmente duras con el gobernador conservador señor Corbalán, del partido de Cánovas. Por estas razones y el quebranto de su salud, el señor Morales Gutiérrez dimitió de la alcaldía en 1879.
José Morales Gutiérrez fue un alcalde ejemplar, con un comportamiento humano que fue valorado por los sevillanos.
