La primera noche de frío de este otoño en Sevilla se convirtió en una noche trágica, ya que un incendio, provocado al parecer por una estufa, causó la muerte de dos ancianas de 102 años y 80 años, madre e hija, en su casa del barrio de Los Remedios.
Los vecinos, aún sobresaltados, recordaban esta mañana en los soportales del edificio cómo anoche las llamas devoraban la vivienda y cómo persianas y cristales caían a la calle.
La cuidadora de las dos mujeres fallecidas por inhalación de humo ha llegado hoy como cada día a este bloque de viviendas de la calle Virgen de la Antigua sin saber lo ocurrido la noche anterior y en ese mismo momento le han contado lo ocurrido. Segundos más tarde abandonaba el lugar visiblemente afectada.
Según los testimonios de los vecinos, la mujer de 80 años murió tras intentar salvar la vida de su madre.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ha declarado que el origen del incendio pudo ser una estufa o aparato similar utilizada para combatir el frío.
Las fallecidas son la abuela y la madre del recientemente elegido hermano mayor de la Hermandad del Silencio de Sevilla, Eduardo Del Rey Tirado, que iba a tomar posesión de su cargo mañana, un acto que ha sido suspendido.
La tragedia pudo ser peor para esta familia si el fuego se hubiese expandido a la vivienda colindante, donde vive otra hija de la mujer de 102 años fallecida y que pudo ser desalojada a tiempo.
Poco antes de las diez y media de la noche, los vecinos salieron a sus balcones y pudieron ver un intensa columna de humo que salía por la ventana de la vivienda incendiada, en la primera planta.
"Creíamos que nos moríamos ahogados por el humo, por lo que decidimos agarrar una maceta y romper la cristalera de la casa vecina para así poder escapar", relata la vecina de la vivienda de la planta superior su peripecia para poner a salvo a su familia.
El humo, que hoy se veía como tiñó de negro las paredes blancas del interior del edificio, les hacía imposible las salida por la escalera.
Otro vecino, del séptimo piso, tuvo que ser rescatado por los bomberos después de que desoyese las recomendaciones y abriese la ventana de su terraza.
El humo entró en su vivienda y tuvo que ser atendido por los servicios sanitarios, aunque no fue necesario su traslado al centro hospitalario.
El resto de vecinos desalojados por el incendio pudieron volver a sus hogares pocas horas después.
La Policía cortó la calle al tráfico y sólo permitieron el paso a las ambulancias y dotaciones de bomberos, que consiguieron sofocar el incendio tras varias horas de trabajo.