La asociación conservacionista WWF ha recordado el "ultimátum" lanzado por la Unesco en 2015 respecto al "faraónico" proyecto de dragado de profundización del río Guadalquivir promovido por la Autoridad Portuaria de Sevilla, una "amenaza" que "pende desde hace años sobre esta gran joya de nuestros espacios protegidos".
En una nota, WWF ha especificado sobre el dragado, "anulado por el Tribunal Supremo y con un proceso de infracción abierto en Bruselas por la vulneración de las leyes europeas de protección de la naturaleza", que el Gobierno de España debe responder antes del 1 de diciembre: "o se descarta para siempre el dragado o Doñana debería entrar en la lista de Patrimonio Mundial en peligro".
"El Gobierno sigue sin decir no al dragado y no parece que pretenda cambiar sus planes pese a la petición de la Unesco. En WWF llevamos mucho tiempo intentando acabar con este proyecto ilegal que ha cosechado la oposición de todos: el órgano de participación pública que vela por la conservación de Doñana lo ha rechazado en 2001, 2011 y 2014. Otro importante golpe llegó desde la ciencia, en 2010: a partir de estudios realizados por el CSIC, una comisión científica dictaminó que en la situación actual del río es imposible profundizar el dragado del cauce sin causar daños irreversibles al río, a sus márgenes, a las llanuras mareales y, por tanto, a su biodiversidad y a Doñana", ha abundado el colectivo ecologista.
Con el dragado, dicen, aumentaría la erosión de los márgenes del río, se incrementaría la turbidez y la salinidad en el estuario y, además, se dañaría a las playas de las costas de Cádiz y Huelva por cambiar el depósito de sedimentos y arena.
El proyecto "no sólo sería un golpe mortal para Doñana, también para sectores como la pesca o la agricultura del arroz, vitales para la zona". Los arroceros del Bajo Guadalquivir también han sido una de las voces más contundentes contra el dragado: uno de sus grandes impactos es que, al dragar el río, el agua salada del mar --que ya está avanzando por la falta de agua dulce-- invadiría a mayor velocidad el estuario.
A juicio de WWF, resulta "increíble" la "obstinación" del Gobierno por mantener vivo, "contra" todos, el dragado de profundización del Guadalquivir. "No sólo no lo han cancelado, como exigía la Unesco y la UICN, sin que también han metido una partida de 35,5 millones de euros para él en los presupuestos generales de 2015 y lo han incluido de nuevo en el Plan Hidrológico del Guadalquivir", añaden, apostillando que se precisa "valentía política".