El padre de Marta del Castillo ha entregado al juez de Instrucción número 4 de Sevilla un nuevo informe que sostiene que el asesino confeso, Miguel Carcaño, podría haber arrojado el cuerpo de la joven sevillana a una zona del río Guadalquivir donde no se ha buscado a su hija con anterioridad.
El propio padre de la joven, Antonio del Castillo, ha informado a Europa Press de que fue a principios del mes de diciembre cuando elevó este informe al juez Francisco de Asís Molina, que mantiene abierta una pieza separada para la búsqueda del cuerpo de Marta.
En este sentido, ha precisado que, a partir de una información aportada por un ciudadano anónimo, el geofísico Luis Avial --que buscó a Marta en la zona de Majaloba con un georradar-- y un criminólogo han realizado un estudio en la dársena del Guadalquivir para lo que han empleado una especie de sonar o radar submarino de los utilizados para detectar los pecios.
El trabajo, desarrollado durante unas dos semanas, se ha realizado en la dársena del Guadalquivir, en las inmediaciones del antiguo club de remo de Lipasam, entre el puente del Cachorro y la pasarela de la Cartuja, donde se han efectuado fotografías submarinas y se han detectado una serie de objetos que podrían servir de indicios para reanudar la investigación, según adelanta 'Diario de Sevilla'.
Según apunta el padre, la zona estudiada "no se encuentra muy lejos de la orilla" del río.
En el informe, de una treintena de páginas, también se apunta que desde el piso de León XIII donde tuvo lugar el crimen hasta esta zona del río Guadalquivir se tarda 12 minutos andando. "Yo mismo lo he comprobado y es cierto", ha señalado Antonio del Castillo, lo que podría coincidir con las versiones aportadas a lo largo del juicio que vieron a Carcaño cómo sacaba una silla de ruedas y transportaba un bulto rígido.
Una vez recibido el informe, el juez instructor ha dictado una providencia en la que da traslado del estudio a la Policía Nacional a fin de que procedan a su estudio y determine si sería factible que Marta pudiese haber sido arrojada a la dársena del Guadalquivir, lo que podría desembocar en una nueva búsqueda en la zona designada.