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Miércoles 27/11/2024
 
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Sevilla

La familia de la víctima también pide prisión permanente revisable

La Fiscalía ya ha solicitado este extremo

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  • El detenido F.M.S. -

La acusación particular que ejerce la familia de la joven de 31 años de edad que fue hallada muerta el pasado mes de febrero de 2016 en el parque de María Luisa de Sevilla ha solicitado la pena de prisión permanente revisable para Francisco Morillo Suárez, el hombre encarcelado como presunto autor del crimen, tal y como ya hizo la Fiscalía.

En su escrito de acusación, el abogado que ejerce la acusación particular en nombre de la familia de la fallecida, Alberto Lag, reclama para el encausado la prisión permanente revisable por un delito de asesinato y 15 años de cárcel por un delito de agresión sexual, así como que indemnice con 100.000 euros a los padres de la joven y con 25.000 euros a su hermana.

El Ministerio Público, cabe recordarlo, ha solicitado para el acusado la misma pena, tratándose de la primera vez que la Fiscalía de Sevilla se acoge a la reforma del Código Penal, aprobada en julio de 2015, que introduce la figura de la prisión permanente revisable.

El abogado de la familia de la joven relata que el acusado, de 46 años, frecuentaba desde hacía tiempo el parque de María Luisa, al que acudía "en horario vespertino hasta bien entrada la noche, permaneciendo en su interior una vez cerradas las puertas de acceso al público", momento en el que "tienen lugar en su interior encuentros de naturaleza sexual".

De este modo, el letrado precisa que el procesado acudía a dicho parque "con frecuencia desde hace más dedos años, y al menos dos veces al mes, con el fin de obtener satisfacción a sus deseos sexuales".

Al hilo, relata que, la noche del 23 de febrero, la víctima acudió al parque y permaneció en el mismo tras el cierre al público "con la supuesta intención de suicidarse, no siendo esta la primera vez que procedía de tal modo", ya que había empleado en otras ocasiones ese mecanismo "a modo de 'llamada de atención' a su entorno más cercano".

Sobre las 21,47 horas, la joven envió un mensaje por teléfono móvil a sus allegados "en forma de despedida", al tiempo que ingería una "importante" dosis de barbitúricos, "entre cuyos efectos se encuentran la inhibición de deseo sexual", que "fueron sumiéndola en una lenta somnolencia hasta llegar a anular sus facultades volitivas".

Según apunta el abogado de la familia de la víctima, esa misma se noche también se personó en el parque el procesado, que se dirigió hacia la zona en bicicleta.

De este modo, y en hora no determinada pero en todo caso anterior a las 4,30 horas de la madrugada, el imputado coincidió con la víctima, quien en ese momento "ya se hallaba sumida en el sopor causado" por los medicamentos ingeridos.

"BRUTAL PRÁCTICA SEXUAL"

El abogado asevera que el acusado, "consciente del estado de somnolencia" que mostraba la joven, "decidió aprovechar tal circunstancia para satisfacer sus deseos libidinosos más extremos", de manera que la despojó de sus ropas y la agredió sexualmente.

Seguidamente, y "como quiera que debido a la letargia que sufría", la joven, que pesaba 42 kilos, "no reaccionaba al dolor y mostraba una resistencia mínima", el inculpado "decidió ir más allá aprovechando la práctica nula defensa de su víctima para así colmar sus más depravados instintos sexuales", de manera que en una "brutal práctica sexual" utilizó un objeto con el que le causó graves lesiones que, horas más tarde, le provocaron la muerte.

"Una vez satisfizo su ánimo lúbrico", el procesado volvió a vestir a la víctima, "dejándola acostada boca abajo sobre uno de los bancos del parque", tras lo que se montó en su bicicleta y abandonó el lugar, relata el letrado en su escrito de acusación.

En el momento de su muerte, la joven tenía 31 años de edad, contando con padres y una hermana.

El letrado de la familia pide que la progresión a tercer grado del acusado no proceda en tanto no conste un mínimo de cumplimiento efectivo de 18 años de prisión, así como que los beneficios penitenciarios, los permisos de salida, la clasificación en tercer grado y el cómputo de tiempo para la libertad condicional se refieran a la totalidad de las penas impuestas en las sentencias.

EL ACUSADO DECLARÓ QUE LAS RELACIONES FUERON CONSENTIDAS

Cabe recordar que la autopsia practicada por los forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) de Sevilla confirmó que la joven falleció a consecuencia de la agresión sexual sufrida a manos del acusado y no por la ingesta de pastillas previa que llevó a cabo con la intención de suicidarse.

En su declaración ante el juez instructor, el detenido explicó que sobre las 21,00 horas del día 23 de febrero coincidió en el parque con la víctima, a la que no conocía con anterioridad, de manera que, según su versión, ambos decidieron mantener relaciones sexuales de mutuo acuerdo, por lo que las mismas fueron "consentidas" y estando la chica consciente.

No obstante, sí admitió que la joven estaba "un poco mareada", extremo que atribuyó a que pensaba que habría tomado un par de copas. Al hilo de ello, declaró que, tras mantener las relaciones sexuales, se despidió de la joven y se marchó del parque sobre las 22,00 horas, de manera que no se enteró del fallecimiento hasta la mañana del día siguiente, 24 de febrero.

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