La Guardia Civil mantiene una investigación para aclarar el origen de la planta invasora Eichhornia crassipes, conocida como camalote, en el río Guadalquivir y ha pedido a la población que "comunique inmediatamente" cualquier avistamiento de esta especie que es una "amenaza" para los ecosistemas fluviales.
Según ha informado el instituto armado en una nota, su presencia en "cualquier masa de agua, río, charca, laguna,...o en un centro comercial" debe ser comunicada "en aras de conseguir erradicarla definitivamente", además de subrayar que la venta o tenencia de estos ejemplares está prohibida por ley.
La Guardia Civil, a través del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), localizó la planta en una dársena del río el 28 de abril y fue entregada al departamento de Biología Vegetal y Ecología –Botánica– de la Facultad de Farmacia de Sevilla para su análisis y reconocimiento.
Tras ello, se activó el protocolo para "el control y posterior erradicación" de dicha especie invasora, ya que, tal y como ha señalado la nota, supone "una amenaza sobre los ecosistemas fluviales".
Según ha informado el Seprona, la Eichhornia crassipes está incluida en la lista de las cien especies alóctonas más invasoras de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza e incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras.
Su peligrosidad radica en que su proliferación tiene consecuencias "fatales" para las especies animales y vegetales acuáticas, ya que elimina "de manera definitiva la fauna y flora" de esa zona, dificulta la navegación, reduce o elimina la pesca y causa el bloqueo de las turbinas de las centrales hidroeléctricas.