El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Delegación de Bienestar Social, Empleo y Planes Integrales de Transformación Social, y en concreto del Servicio de Salud, va a destinar 110.000 euros a un programa de integración social de Proyecto Hombre para personas con problemas de adicción y otras patologías.
A través del proyecto 'Incorporación Social de Personas con Problemas de Adicción y Otras Patologías', esta entidad prevé atender a un total de 207 usuarios de la ciudad, según señala en una nota de prensa el Consistorio.
Este programa trata de dar respuesta a las necesidades de estas personas con la puesta en marcha del Centro de Día, Reinserción y Talleres, que ofrece una estructura grupal de apoyo para el proceso de incorporación socio-familiar y laboral de los usuarios con un trabajo de motivación al cambio y autoconocimiento, autoestima y roles familiares, sociales, laborales y también ofrece actividades socioeducativas para impedir o consolidar pautas de consumo de sustancias.
El concejal de Bienestar Social, Empleo y Planes Integrales de Transformación Social, Juan Manuel Flores, ha firmado este convenio recientemente con el presidente de Proyecto Hombre, Francisco Herrera del Pueyo, y con su directora, María Ángeles Fernández.
Este convenio "da continuidad a la línea de colaboración estrecha que desde el Ayuntamiento mantenemos con una entidad que lleva décadas trabajando en este ámbito y forma parte de la estrategia que tiene Sevilla en la lucha contra las adicciones. Es también una oportunidad de integración social para personas con problemas de adicción y otras patologías", considera el concejal.
En concreto, este programa de Proyecto Hombre tiene entre sus objetivos ofrecer actuaciones dirigidas a la incorporación social de personas con problemas de adicción, así como el asesoramiento, orientación e información de otros grupos o personas afectadas por la problemática de las adicciones desde este Centro de Día. También pretende mejorar la motivación para iniciar un itinerario de acciones socioeducativas y evitar llegar a generar o consolidar problemáticas graves de consumo.
Este proyecto tiene varios segmentos como población destinataria ya que, por un lado, se dirige a jóvenes con conductas problemáticas incipientes, que aparentemente viven en un entorno normalizado pero que empiezan a sufrir dificultades en su desarrollo, y, por otro, a personas con una adicción y comorbilidad con otras patologías que dificultan el trabajo de desintoxicación y requieren una mayor atención normalizada para una incorporación social más normalizada.
También se dirige a consumidores de psicoestimulantes que mantienen una vida normalizada y requieren un apoyo concreto en algún área determinada; a padres y madres que sin tener a sus hijos en un programa, necesitan apoyo y formación para la educación de los niños y adolescentes a su cargo; y al profesorado que solicita formación específica para detectar conductas problemáticas o posibles consumos entre su alumnado y saber cómo afrontar las situaciones.