Con el final del verano, comienza la puesta en marcha de la elaboración de turrones y mantecados.
Aunque, pese a la ilusión, en este 2022, las empresas afrontan una campaña complicada por el aumento de costes en materias primas y en la factura energética que esperan repercuta lo mínimo en el consumidor. No obstante, unas primeras estimaciones hablan ya de un incremento en el precio final de, al menos, el diez por ciento.