Los toros de la ganadería madrileña de Victoriano del Río Cortés han protagonizado un encierro veloz y limpio haciendo honor a su fama de rápidos y nobles.
Con 2 minutos y 18 segundos de duración, el séptimo encierro ha sido hasta el momento el más rápido de estos Sanfermines lo que ha provocado caídas de corredores y algunos momentos de tensión con un toro negro que se ha pegado a la parte derecha.
En el tramo de la Estafeta la manada se ha estirado y dividido, sin llegar a romperse del todo, lo que ha permitido a los mozos intercalarse entre los astados y disfrutar de la carrera.