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Miércoles 13/11/2024
 
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sociedad

Inspectores del CSN no ven "suficientes garantías" en el sistema de refrigeración de la central nuclear de Almaraz

La inspección reactiva se realizó a iniciativa del regulador atómico después de dos fallos en el motor de la bomba del sistema de agua de servicios esenciales ocurridos el 29 de septiembre de 2015 y el 11 de enero de 2016

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Inspectores del Consejo de Seguridad Nuclear han detectado un "problema de mantenimiento" en los motores del sistema las bombas de agua del circuito terciario de la central nuclear de Almaraz (Cáceres) que no ha demostrado "suficientes garantías" de que exista una expectativa razonable de operabilidad.

   Así consta en un documento del equipo de inspección dirigido al director de seguridad nuclear del CSN, Antonio Munuera, el pasado 28 de enero, con los resultados de una inspección reactiva realizada el día 22 de enero en la planta de Cáceres después de detectar dos fallos en las bombas del sistema de agua de servicios esenciales.

   Según la nota informativa, a la que ha tenido acceso Europa Press, la inspección reactiva se realizó a iniciativa del regulador atómico después de dos fallos en el motor de la bomba del sistema de agua de servicios esenciales ocurridos el 29 de septiembre de 2015 y el 11 de enero de 2016.

   A este respecto, la central nuclear de Almaraz ha emitido este miércoles un comunicado en el que informa que el sistema consta de cuatro bombas que pueden dar servicio al reactor al que no asisten normalmente y que hay uno más de repuesto por si alguno de los anteriores fallase.

   De este modo, asegura que las cuatro bombas que forman parte del Sistema de Agua de Servicios Esenciales está "operando con normalidad" y que adicionalmente está disponible y en línea la quinta bomba que, en caso de necesidad, puede sustituir "de forma inmediata" a cualquiera de las otras cuatro. El titular afirma también que el sistema ha estado operativo "en todo momento" y que siempre ha estado "garantizada" la función esencial del mismo, así como la seguridad de la planta.

FALTA DE MANTENIMIENTO

   Tras la inspección, los cinco técnicos han detectado una falta de mantenimiento en una pieza, las holguras de montaje del anillo corta aceite, ya que según el titular, Almaraz, varias piezas de los motores habían sido sustituidas entre 2012 y 2013, pero no fue así con el "sello corta-aceite como el mangón", que no se cambiaron en las renovaciones de los motores puesto que el fabricante consideró que no era necesario, de modo que cuando se produjeron los dos fallos, estos componentes eran los de origen.

   La inspección requirió específicamente información sobre las medidas de holguras del montaje del citado anillo corta-aceite y el titular señaló que en el montaje de los motores "nunca" se realizaba esa comprobación y que esa pieza no se había cambiado nunca porque era la original antes de la renovación de los motores, aunque "en la mayoría de los casos habían sido cambiados".

   Esto se debe a que la revisión general de los motores tenía una periodicidad de siete años, de modo que se revisaron en 1989, 1990, 1993 y 1994 respectivamente. Sin embargo, en 1997 se aprobó una modificación para cambiar esa frecuencia de revisión. De este modo, "dicha comprobación no se ha efectuado desde al menos 1994".

   Pero antes de esa fecha, ya había sido necesario sustituir el corta aceites por no cumplir las holguras. El titular explicó a los inspectores la información adicional aportada tras la inspección reactiva no modifica la valoración de los fallos de estos motores, lo que ha motivado la apertura de las condiciones anómalas.

   Esto se basa en que en todas las ocasiones en que se cambió la pieza antes de la renovación de los motores, el titular afirma que el cambio no fue motivado por "comportamientos anómalos" del motor, ni generó ruidos, ni vibraciones, sino que su desgaste fue detectado en la revisión o por la presencia de fugas que impregnan el estator.

   Tras la inspección reactiva, los técnicos concluyen en su informe que el titular "no ha demostrado suficientes garantías" de que exista una expectativa razonable de operabilidad de dos bombas, así como de la bomba común del sistema.

   Las piezas instaladas en los motores de las tres bombas tienen "en el mejor de los casos, una antigüedad superior a 20 años". La inspección destaca también que no realizar las medidas dimensionales del sello corta aceites durante un tiempo "tan prolongado" denota un "problema de mantenimiento de los motores".

   Por último, los inspectores reflejan en el informe dirigido a la dirección de seguridad nuclear del CSN que durante la inspección el titular "no mostró la diligencia debida en la obtención, documentación y transmisión de la información relevante para el análisis de las anomalías detectadas".

   Por su parte, el titular añade en el comunicado que desde el inicio de la operación de la central --en 1983 y 1984-- se han realizado planes de mantenimiento periódicos, según las prácticas de la industria en cada momento y las recomendaciones de los manuales de los fabricantes de los equipos.

   Finalmente, defiende que "en todo momento" se ha mantenido "puntualmente informado" al Consejo de Seguridad Nuclear sobre las actuaciones llevadas a cabo tras las incidencias detectadas, así como del plan de acción previsto para garantizar la operabilidad del sistema y la operación segura de Almaraz.

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