El Boletín Oficial del Colegio de Huérfanos de Ferroviarios, bajo el titular "Colocación de la primera piedra para la construcción del edificio sucursal del Colegio de Huérfanos de la zona sur, Torremolinos (Málaga)", refería literalmente en su número del mes de febrero de 1934:
"La imperiosa necesidad de cumplir en su totalidad los fines de nuestra Institución obligaban a ensanchar los límites de nuestra capacidad construyendo nuevas edificaciones. El acuerdo de levantar una sucursal del Colegio de Huérfanos en Málaga vino a resolver… una de nuestras más vivas necesidades. Esos centenares de niños que, con tanta ansiedad como justicia, esperan a las puertas de nuestro Orfanato el momento oportuno de recibir sus beneficios, forzosamente habían de constituir para nosotros una constante pesadilla, una preocupación torturante.
En la hora presente, cuando acabamos de colocar esa primera piedra del Colegio de Málaga… nos sentimos reanimados y optimistas y, con la mirada puesta en esos centenares de huerfanitos que forman la lista de aspirantes, queremos hacerles una promesa: Haremos cuanto sea preciso para acelerar las obras, acortaremos los plazos hasta donde lo permitan nuestras fuerzas, no mermaremos sacrificio alguno para que lo antes posible puedan ellos tomar posesión del Colegio que se construye".
Conscientes de su humanitario compromiso con los huérfanos, los responsables del proyecto comenzaron a cumplir puntualmente con lo prometido. El 2l de enero de 1934 amaneció el día venturoso de la colocación de la primera piedra del Colegio de Huérfanos de Ferroviarios en Torremolinos. Celebrado con una solemnidad sin precedentes, al memorable acto acudieron numerosas personalidades y centenares de trabajadores de los ferrocarriles y sus familias. El mismo Boletín del Colegio resume con elocuencia los pormenores de aquella emotiva jornada:
"Empezaron a salir…trenes especiales conduciendo a los ferroviarios y a sus familias a Torremolinos, para presenciar el acto de la colocación de la primera piedra. La esplendidez del día y la magnífica temperatura que se disfrutaba hizo que fueran numerosísimas las personas que se decidieron a concurrir a tan simpático acto. Salieron, a las diez y media, un tren; otro, a las once menos cuarto y el último a las once en punto, que era el que ocupaban las representaciones oficiales, personalidades y la Prensa. Este último tren estaba engalanado con banderas y gallardetes".
Concentrada en el lugar la multitud, el Boletín continuaba: "Torremolinos presentaba ayer un animado aspecto. En el lugar donde se va a edificar el Orfanato habíase levantado una artística tribuna, adornada profusamente… En lugar estratégico de la misma se situaron las banderas…También se colocaron en sitio visible varios cuadros con distintos planos de lo que será el edificio que se va a construir. En el centro, varios sillones que deberán ser ocupados por Ministro y personalidades y, sobre la mesa, el acta que deberán firmar… y los periódicos locales del día, todo lo cual tendrá que ser depositado en el cofrecito que se guardará en la base de la primera piedra.
También se situó en la tribuna un micrófono y… altavoces para que pudiera escuchar bien a los oradores el numerosísimo público que se aglomeraba… La Banda municipal interpretaba escogidas composiciones musicales… A las doce…llegaron en automóvil el Ministro de Instrucción Pública Sr. Pareja Yébenes, el Subsecretario Sr. Armasa y el Director general de Ferrocarriles Sr. Montaner… acompañados del Alcalde, Gobernador civil y Comandante militar. La Banda municipal, al descender del auto el representante del Gobierno, interpretó el Himno Nacional, siendo recibidos por las representaciones del Consejo del Colegio y Junta de la Asociación".