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El Bigotes, en Gürtel: "Yo le pedía a Paco Camps que me ayudara y me ayudaba"

Eran "amigos" desde 2003, ha indicado Pérez, en prisión por otras ramas del caso y a quien le parece "obsceno negar lo evidente"

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  • El bigotes. -

El empresario Álvaro Pérez, el Bigotes, considerado cabecilla de la trama Gürtel, ha declarado este lunes en el juicio a una rama del caso que tuvo una relación de amistad con el expresidente valenciano Francisco Camps, a quien acudió para tratar de conseguir contratos con la administración valenciana: "Yo le pedía a Paco Camps que me ayudara y él me ayudaba".

"Entiendo que ahora se quiera negar lo innegable, pero había mucha gente en Valencia que sabía cuál era mi relación con Camps", ha indicado el empresario, quien, como una decena de acusados, ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía en este juicio de la Audiencia Nacional, en el que el expresidente autonómico se enfrenta a una petición fiscal de 2 años y medio de cárcel por la presunta adjudicación irregular a la trama de un expositor de Fitur, en 2009.

Eran "amigos" desde 2003, ha indicado Pérez, en prisión por otras ramas del caso y a quien le parece "obsceno negar lo evidente". Minutos antes, el considerado número dos de Gürtel, Pablo Crespo, ha insistido en que "todo el mundo" conocía la "buena relación" entre ambos.

Camps, que discrepa abiertamente de la versión del Bigotes, se ha mostrado inquieto durante la declaración del empresario, haciendo aspavientos y comentarios, lo que ha motivado que el presidente del tribunal, José Antonio Mora, le pidiese "silencio y respeto a la sala".

Al inicio de la sesión, el magistrado Mora ha llamado a la "calma y al respeto institucional" tras el episodio de hace unas semanas en el que expresident se encaró con Francisco Correa y le acusó de mentir en su declaración, en la que también adujo la buena relación entre él y Pérez. La Fiscalía ha pedido dar traslado a los juzgados de Torrejón de Ardoz (Madrid) por si procediese investigar un delito de obstrucción a la justicia.

Los inicios de la trama Gürtel en la Comunidad Valenciana se remontan a 2004, según la versión de Álvaro Pérez, quien ha explicado que, tras el "éxito" que obtuvo al organizar actos de la campaña de Camps para la presidencia de la Generalitat, éste le dijo: "Vente a Valencia, vas a hacer todos los actos del partido".

Orange Market, filial valenciana de Gürtel que llegó a conseguir un volumen de negocio de casi siete millones de euros, se instaló en Valencia, si bien, a lo largo de los años, se dieron cuenta de que, aunque hacían muchos actos para el PP, apenas trabajaban para la administración, a diferencia de otras empresas, ha relatado.

"Entonces yo le pedí a Paco Camps que me ayudara y él me ayudaba", ha aseverado Pérez, quien ha dicho que él se encargaba de "conseguir el cliente" y no "del tema de los contratos" o de "si había que intervenir en el pliego técnico", aunque ha reconocido que se fraccionaban facturas por indicación de la administración.

En relación con la adjudicación del montaje de un expositor de Fitur 2009, el Bigotes ha admitido que tuvieron "ventaja" en aquella feria, si bien ha negado que, delante de él, Camps ordenase a la ex directora general de promoción institucional Salvadora Ibars que se adjudicase a Gürtel, aunque ha admitido que alguien le tuvo que dar órdenes y que ella dependía de Presidencia.

Ha indicado que, en un momento dado, en el marco de este contrato, llamó a Camps, que le tranquilizó y le dijo que lo haría él "todo", y en este sentido, ha relatado que recurrió al expresidente valenciano en otras ocasiones, como cuando le pidió llamar a la exconsejera Alicia de Miguel para que le diese trabajo.

Durante esta jornada se escuchado una vez más aquella conversación telefónica en la que el expresidente de la Generalitat felicitaba las fiestas navideñas a este empresario, a quien se refería como "amiguito del alma" y le decía "te quiero un huevo", y se ha visto el vídeo de la boda del Bigotes, donde se le ve elogiando al expresident: "Es cojonudo como persona y como amigo. No falla jamás".

También se han escuchado otras conversaciones mucho más amargas, en las que exdirigentes del PP valenciano intentaban tranquilizar a Pérez, que hablaba entre lágrimas tras el estallido del caso Gürtel. En una de ellas él pidió que hablaran "con el jefe", con "Paco Camps", porque su "obsesión" era que "le transmitieran que no había cometido ningún delito porque esa era mi percepción -decía-". "Era consciente de que me apreciaba y me quería", decía en otra.

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