La Sanidad Pública sigue enquistada y con problemas graves de ejecución, sobre todo con las citas de los especialistas.
El último caso lo encontramos con una paciente a la que, tras acudir a Urgencias por un cólico nefrítico, le detectaron unas piedras en el riñón izquierdo.
Como recoge el volante adjuntado en la noticia, la sensación de la paciente era de un pellizco constante y desde un hospital de Castilla-La Mancha solicitaron la valoración correspondiente.
Lo sorprendente fue cuando la paciente solicitó la particular revisión en el ambulatorio de la plaza Nápoles y Sicilia de Valencia y recibió una cita para dentro de 7 meses. En concreto, para el 15 de abril.
Ni siquiera un volante de urgencias de un hospital privado sirvió para agilizar unos plazos que ejemplifican de nuevo la cruda situación de la Sanidad Pública, al menos en Valencia.
Un caso que, por desgracia, no es excepcional
La situación es totalmente similar a la que vivió una joven de Torrent, asqueada por los dolores intestinales, mareos y desmayos. Tuvo que acudir al sector privado y tras pedir la revisión con su médico particular, la respuesta fue más que vergonzosa: “Cómo se nota el dinero”.
Además, este verano, el hospital San Juan de Alicante estuvo al borde de colapso por culpa de unas obras previstas en una época en la que la población se multiplica por 4 en una demostración de la poca preocupación con los plazos.
Ejemplos que se repiten día tras día, con hospitales saturados como ya han denunciado más de una vez la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) y con pacientes teniendo que derivar sus consultas a la sanidad privada.