En un mitin en Málaga organizado por el PSOE-A para conmemorar el Día de Andalucía, al que asistieron unas 16.000 personas, Zapatero emplazó a Rajoy a que presente sus propuestas y a que no se limite a descalificar las de los socialistas.
“La unión hace la fuerza y necesitamos fuerza para salir cuanto antes de la crisis y volver a crear empleo”, subrayó Zapatero, persuadido de que “el desafío es grande” y exige la mayor cooperación y la mayor unión de todos.
Según aclaró, no le pide a Rajoy que se responsabilice con el Gobierno, sino que “se responsabilice con la sociedad”, a fin de que los dos partidos puedan dar lo mejor de sí mismos y arrinconar sus diferencias para unirse y pensar en quienes no tienen trabajo.
“No le pido que ayude al Gobierno, sino que le pido que ayude al país, se lo pido y se lo ofrezco para asumir juntos esa tarea”, abundó Zapatero.
Frente “a tanto intento de generar desconfianza” de los últimos tiempos, abogó por la responsabilidad y el consenso, al tiempo que recordó que el Gobierno y el PSOE pusieron sobre la mesa un pacto “sin condiciones”, sólo que “hay que estar trabajando las horas que sean necesarias” para salir de la crisis.
No obstante, dejó claro que la responsabilidad para superar la recesión y el paro es “ante todo del Gobierno” y de ahí que haya explicitado su compromiso “con cada trabajador” que ha perdido su empleo.
Así las cosas, defendió a ultranza los binomios “esfuerzo y confianza”, “sacrificio y confianza” y “trabajo duro y confianza”, para después garantizar que España irá “de menos a más” y primero cambiará las tasas negativas de crecimiento por tasas positivas, para luego cambiar la destrucción de empleo por creación de puestos de trabajo.
También se refirió a las críticas del PP al déficit y consideró “sencillamente inmoral” que se ponga en duda la solidez de España y la solvencia de sus cuentas públicas, cuando la deuda está 20 puntos por debajo de la media de la UE.
Ha afeado al PP su “poca memoria” y sus “ganas de engañar y de meter miedo a los ciudadanos” con este asunto, porque, de acuerdo con sus argumentos, en el año 2000, “el año del milagro económico de Aznar”, lo que se pagaba de deuda equivalía al 8% del total del gasto público del Estado, y en el 2009 ha sido un 4%.
“El Reino de España tiene una gran solvencia”, zanjó el presidente del Gobierno, quien prometió reducir el déficit, pero hacerlo “bien, a tiempo y garantizando que el gasto social no se va a recortar”.