Inicialmente, estaba previsto que esta reunión, a la que asistirán los miembros del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero y los integrantes de la Comisión Europea, encabezados por su presidente, José Manuel Durao Barroso, se celebrara el pasado 8 de enero.
Pero en esa fecha aún no se había elegido a los comisarios que tenían que conformar la nueva Comisión, por lo que esta cita, habitual al inicio de cada semestre de presidencia europea, se ha ido posponiendo.
Debido a este retraso, el Gobierno pretende que en las reuniones de mañana martes, que se celebrarán en el Palacio de El Pardo, en Madrid, se impulse el trabajo en los asuntos que son prioritarios para la presidencia española de la UE y lograr la “complicidad” de la Comisión.
Y entre ellos destaca, según fuentes del Ejecutivo, acelerar la nueva estrategia de crecimiento económico y de empleo de la Unión Europea.
La comunicación que ha de realizar la Comisión al respecto no estará ultimada hasta el próximo 3 de marzo, y el Gobierno pretende impulsar los trabajos para que las líneas generales de la misma (que sustituirá a la denominada Estrategia de Lisboa) estén preparadas para el Consejo Europeo que se celebrará los días 25 y 26 del próximo mes en Bruselas.
El Gobierno comprende que no es responsabilidad de la actual Comisión haber empezado más tarde de lo previsto su gestión, pero le pedirá que, ahora, acelere su trabajo.
El Ejecutivo también pretende impulsar todo lo relacionado con el cambio climático, así como el servicio exterior europeo, y analizará con la Comisión cumbres previstas por la Unión Europea hasta junio como la del Mediterráneo y las que mantendrá con Rusia, Paquistán, Canadá y los países de América Latina y Caribe.
En este último apartado, España pretende dar mayor dinamismo a las negociaciones de la Unión Europea con Centroamérica, los países andinos y Mercosur.