Incentivar la cultura en una ciudad es una tarea ardua para muchos ayuntamientos, que buscan la manera de llegar al ciudadano con infinidad de propuestas que no siempre son aceptadas. En muchos sectores, promover este área requiere de estrategias que impliquen a los vecinos, fomenten y potencien el arte en toda su expresión. En muchos casos es cuestión de ensayo y error, logrando encontrar ese efecto que logre motivar o, en su defecto, aceptar las diferentes actividades o propuestas que se marcan. Pero la cultura, tristemente, no siempre es vista con buenos ojos y su implantación requiere de cierto enfoque educativo de base que incite a darle el valor que tiene.
No es fácil hacer entender a quienes no han tenido la oportunidad de nutrirse de cualquier aspecto cultural la importancia de ello para el desarrollo personal y/o social, y al “hacer cultura”, a veces, se convierte en un efecto inverso, según el contexto, el luga, y la actividad a desarrollar. Hace unos días en Huelva fuimos testigo del vandalismo que sufrió una exposición fotográfica al aire libre en la Avenida Santa Marta, que días antes, el 13 de abril, era inaugurada a través del colectivo We Are Photo. El lugar elegido fue un lateral del Parque Moret y en línea a una de las carreteras más transitadas de la ciudad, pero en pocos días fueron destrozadas todas y cada una de las imágenes, dejando la galería abierta inservible.
Hablar de motivos es perdernos en cientos de detalles que deberían tenerse en cuenta ante ideas, muy buenas en este caso, que a pesar de la intencionalidad, requieren de una previsión estratégica y en consonancia con el entorno social. Aún recuerdo hace ‘cienes’ de años, cuando nos mandaron al barrio del Torrejón a encuestar a las familias sobre las posibles dietas que seguían, en una época complicada y llena de carencias. En dicha zona hace falta implementar valores básicos de civismo, donde el mobiliario urbano ya es dañado constantemente, y unos cuadros no iban a ser menos. Concienciar sobre estos aspectos es primordial para minimizar conductas vandálicas, creando campañas de sensibilización y concienciación donde la cultura es una de las partes más importante.
