“Como no han pagado sus impuestos sobre las ganancias extraordinarias, he ordenado que ya se efectúen las coactivas en Repsol y Perenco”, informó Correa en su habitual programa radiofónico de los sábados.
Correa admitió que esa decisión le acarreará conflictos con los gobiernos de España y Francia, pero remarcó que la medida era “inevitable” para impedir que “ciertas compañías se burlen del país”.
“Tenemos que confrontar los abusos” y el Gobierno tiene “muchos frentes abiertos, lo sabemos pero, señores, o cambiamos este país o prefiero irme a mi casa”, advirtió el mandatario.
Explicó que la medida de coacción obedece también a la actitud de las dos petroleras para acelerar la renegociación de los actuales contratos de participación por otros de prestación de servicios, que le interesa a Ecuador.
“Esos contratos de participación era un saqueo”, añadió Correa, por considerar que ellos permitían que las petroleras que operan en el país paguen una cuota establecida en los convenios, pero no decían nada sobre las ganancias extraordinarias.
Correa recordó que en 2007 promulgó un decreto ejecutivo que establecía que el 99% de esas ganancias extraordinarias vayan al Estado.