Decenas de delegados, investigadores y activistas que iban a participar en una conferencia internacional sobre el Sida en Australia viajaban a bordo del avión de Malaysia Airlines siniestrado en el este de Ucrania, informaron hoy medios locales.
Las autoridades australianas todavía no han dado el número exacto de personas que viajaban en el avión, supuestamente derribado por un misil, para asistir a este foro que se inaugurará el domingo en Melbourne aunque se estima que la cifra ronda el centenar.
El presidente del gobierno del estado australiano de Victoria, Denis Napthine, dijo que iban a bordo del avión un gran número de delegados, investigadores y activistas que tenían previsto participar en la reunión.
Entre las víctimas pueden figurar el expresidente de la Sociedad Internacional del Sida Joep Lange y su esposa, según medios locales.
"No se ha confirmado aún pero tenemos información de que muchos de nuestros colegas y amigos estaban a bordo del avión", dijo Françoise Barré-Sinousi, premio nobel en 2008 por su papel en el descubrimiento del VIH y copresidente de la conferencia.
Barré-Sinousi, la investigadora australiana Sharon Lewin y el exsecretario de Salud británico Norman Fowler rindieron tributo hoy a Lange en Camberra.
Australia ha declarado mañana como día de luto nacional por esta tragedia, en la que han perdido la vida al menos 28 ciudadanos del país oceánico.
"Todavía estamos cotejando los pasaportes con los registros. El número puede aumentar, pero en este momento podemos confirmar que son 28", dijo la ministra de Exteriores, Julie Bishop, tras reunirse con el embajador ruso en Australia, Vladimir Morozov.
En el encuentro, Morozov negó que los separatistas prorrusos sean responsables del ataque, según la cadena local ABC.
Bishop dijo que espera hablar esta noche con su homólogo ruso, Sergey Lavrov, e insistió en que Australia exige "una investigación para llegar al fondo de este accidente".
Al ser preguntada sobre la posición del presidente ruso, Vladimir Putin, quien atribuye la responsabilidad de la tragedia a las autoridades ucranianas, Bishop comentó que entiende que el avión fue derribado en territorio controlado por separatistas rusos.
Antes, el primer ministro australiano, Tony Abbott, comentó en el Parlamento de Camberra que el siniestro del MH17 "parece más un crimen que un accidente" y apuntó como supuestos responsables "a los rebeldes respaldados por Rusia".
Las autoridades australianas buscan acceso al lugar del accidente, mientras un grupo de funcionarios del Ministerio de Exteriores ha sido enviado a Kiev.
Por su lado, el ministro de Exteriores de Nueva Zelanda, Murray McCully, confirmó hoy que una ciudadana neozelandesa viajaba a bordo del MH17 junto a su esposo holandés, aunque la pareja vivía en Australia.