Vidal Martín, presidente de la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario, explica en una entrevista con Efe que la ballena fue avistada en aguas de Lanzarote prácticamente inmóvil y tan cansada que apenas se movía.
Los cabos se le habían enterrado en la carne y le seccionaban la aleta caudal, y el animal parecía más delgado de lo habitual en su especie, lo que hace pensar que llevaba días aprisionado y no podía moverse para buscar alimento, lo que lo hubiese acabado matando.
De hecho, Vidal Martín precisa que estas ballenas son más rápidas que los delfines y pueden desplazarse a casi 40 kilómetros por hora. El animal es un ejemplar juvenil y fue localizado el viernes cuando miembros de la Secac realizaban un censo de ballenas y delfines frente a las costas de Lanzarote.