El emperador de Japón, Akihito, y su esposa, la emperatriz Michiko, llegaron hoy de visita oficial a Filipinas para conmemorar el 60 aniversario del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países y el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Akihito, que llegó al aeropuerto de Manila en el avión imperial japonés a las 14.50 hora local (06.50 GMT), fue recibido por el presidente de Filipinas, Benigno Aquino, y permanecerá 5 días en el archipiélago, según la televisión local.
Durante esta jornada, Akihito y Michico tienen previsto reunirse con voluntarios de las agencias de cooperación japonesas presentes en el país.
Esta visita, la primera de un emperador nipón a Filipinas, también es la última parada de la "gira por la paz" que ha realizado Akihito, de 82 años, con motivo del 70 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial (1945), que el año pasado también le llevó a Saipán, una de las Islas Marianas del Norte, y Palau, ambos en el Pacífico Sur.
En la agenda de los monarcas nipones destaca la visita a varios monumentos que conmemoran los cientos de miles de personas que murieron en territorio filipino durante la ocupación de los japoneses en la Segunda Guerra Mundial.
Filipinas estuvo ocupada por las fuerzas militares niponas desde 1941 hasta 1945, cuando EE.UU. liberó al archipiélago asiático de los invasores japoneses con una de las batallas más sangrientas de la contienda.
En el enfrentamiento final, en el que los japoneses defendían la capital filipina, llegaron a morir más de 100.000 personas en menos de un mes.
Para rendir tributo a esta víctimas, el emperador y su esposa acudirán mañana al Cementerio de los Héroes (Libingan ng mga Bayani en tagalo), en Manila, donde se recuerda a más de 53.000 soldados estadounidenses y filipinos fallecidos en la zona suroeste del Pacífico en la Segunda Guerra Mundial.
Además, el próximo viernes los monarcas visitarán el Jardín Conmemorativo Japonés de Carilaya, construido por el Gobierno de Japón en la década de los 70 para recordar a los soldados nipones caídos en la guerra.
Aunque la Segunda Guerra Mundial será uno de los asuntos centrales de la visita, Manila ha asegurado que no se tratará el polémico asunto de las "mujeres de consuelo", forzadas a la esclavitud sexual por parte de los militares japoneses durante el conflicto, ya que lo considera zanjado.
Esta decisión ha despertado la indignación de varias organizaciones de defensa de derechos humanos y asociaciones de mujeres de Filipinas, que apuntan que Japón nunca ha pedido disculpas por los crímenes cometidos contra las filipinas durante la Segunda Guerra Mundial.
"Las abuelas nunca han oído un comunicado oficial de disculpa ni recibido compensación del Gobierno japonés. Quizá (el presidente de Filipinas) sufre de amnesia", expresó en un comunicado Rechilda Extremadura, la directora de la asociación Lila Pilipina, de mujeres de consuelo filipinas.
El grupo acusa a Aquino de no querer sacar el asunto a relucir por recientes tratados de comercio y defensa firmados con Japón, que además es uno de los principales donantes a proyectos de desarrollo en Filipinas.